La búsqueda de Rosalía Jara demoró más de un año. La joven estudiante de 19 años había desaparecido el 1º de julio de 2017 cuando salió de un bar de la localidad santafesina de Fortín Olmos para encontrarse con Juan Valdez (40), su exprofesor de sexto grado y padre de su hija.
Rosalía le reclamaba el pago de alimentos. Ese día intercambiaron catorce llamadas. Recién el domingo 26 de agosto de 2018 se supo lo que le había pasado: fue asesinada a golpes y sus restos arrojados cerca del arroyo Golondrina en el paraje El Bonete, a la altura del kilómetro 35 de la RN 98 del departamento Vera.
Valdez llegó a juicio oral y público como único y principal sospechoso por el femicidio. Las pruebas acumuladas durante la instrucción eran abrumadoras. Lo señalaron testigos y hasta su teléfono lo ubicó en el lugar donde la chica había sido vista con vida por última vez. Este mediodía lo condenaron a prisión perpetua.
El fiscal Gustavo Latorre recordó los indicios que fueron incorporando a lo largo de todo el proceso. Por ejemplo, los distintos testimonios que aseguran haber visto un "auto nuevo, blanco y grande", de iguales características al Toyota Corolla del profesor, en la zona donde supuestamente la chica dijo que iba a encontrarse con él.
También destacó que el acusado eliminó información de su celular cuando un policía amigo le advirtió que lo estaban investigando y que su coartada fue derribada. La noche que desapareció Rosalía dijo que no salió de su casa, pero su teléfono fue ubicado en la zona.
Al pronunciar sus últimas palabras frente al tribunal que lo juzgó, el docente pidió que "no condenen a un inocente para calmar a la sociedad". "Yo necesito saber quién se está riendo afuera y estoy convencido que ustedes tres jueces van a hacer justicia", dijo antes de recibir la pena máxima del Código Penal.
El fiscal Latorre, por su parte, explicó que “la joven subió voluntariamente al vehículo” de Valdez y que “en el trayecto, el acusado le quitó el celular a la víctima para que el teléfono no emitiera señal y posteriormente le dio muerte mediante un golpe en la cabeza”.
“Tres días después, manipuló su propio móvil -con conocimiento de que estaba siendo investigado- antes de que el dispositivo fuera secuestrado por las autoridades policiales”, añadió el funcionario judicial.
Valdez era profesor de Educación Física en la Escuela San José Obrero N° 1211, de la localidad de Fortín Olmos. Rosalía fue alumna suya en sexto grado. Según la investigación, el acusado mantuvo una relación extramatrimonial con la estudiante cuando ella tenía 14 años. Fruto de ese abuso nació una niña que el docente nunca reconoció.
Un estudio de ADN probó su paternidad, algo que Valdez siempre pretendió ocultar. Para los investigadores, el femicida citó a su exalumna aprovechando que su esposa había viajado a la ciudad de Santa Fe y planeaba regresar al día siguiente.
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Los estudios forenses realizados a los restos de la joven detectaron una lesión ósea. Lo que creen es que Valdez la golpeó en la cabeza y posteriormente arrojó el cuerpo cerca de la RN 98. Su único objetivo pasaba por silenciar a Rosalía. Y decidió matarla.
LN