Cristina Olivares fue asesinada de 164 puñaladas en 2012 cuando tenía 26 años. Su ex pareja y padre de sus dos hijos le tendió una trampa aquel día. La llamó y le dijo que necesitaba que lo pasara a buscar con su moto.
Pero en el camino fue atacada por una mujer que tenía un vínculo sentimental con Miguel Angel Palma y la cuñada de ésta. La mataron y arrojaron su cuerpo al costado de un cañaveral en la provincia de San Juan. Ahora la Justicia le otorgó un permiso al femicida para que saliera de prisión para visitar a sus padres y esto generó repudio y bronca en la familia de la víctima que este martes marchó para pedir explicaciones.
Palma fue acompañado hasta la casa de sus padres por agentes penitenciarios del Penal de Chimbas donde cumple su condena a prisión perpetua como uno de los encargados de planificar y participar del asesinato de Cristina junto a otras dos mujeres. Según informó el diario Tiempo de San Juan, el jueves pasado, fue autorizado a volver por un par de horas a su casa paterna porque “hacía dos años que no los veía por la pandemia y ellos no se podían movilizar hasta la cárcel”.
Según la Justicia se trató de un permiso “excepcional” y “extraordinario”. Pero los padres de Cristina se manifestaron este martes en la puerta de los Tribunales para repudiar la decisión de la jueza de Garantías Lidia Reverendo, quien le otorgó el beneficio, y para solicitar una audiencia con ella.
"Estamos de pie para seguir defendiendo los derechos de mis nietos y los de mi hija, que aunque no esté acá, está presente", sostuvo Antonio, el papá de Cristina ante los medios locales. Quien se quejó de que la Justicia no los haya notificado con anticipación y que se enteraron por el llamado de una persona que los alertó sobre la salida de la cárcel de Palma.
"Dijeron que es un permiso extraordinario y si era así porque no lo comunicaron antes. Salió todo a la luz porque lo vimos. Que dicen que fue porque los padres estaban enfermos. Mentira, si una semana antes yo lo había visto a su padre en el tractor trabajando. La mujer se veía cómo corría para adentro, para afuera", contó enojado Antonio, que se acercó junto a su mujer a la casa de los padres de Palma cuando se enteró que el asesino de su hija estaba ahí.
Los hijos de Cristina y Palma tenían uno y tres años cuando la mujer fue asesinada el 7 de julio de 2012. Dos años después, el papá de los nenes, junto a Rosa Videla, con quien tenía un vínculo sentimental, y la cuñada de ésta, Noelia Corvalán fueron condenados a perpetua.
El día del crimen, Palma llamó por teléfono a Cristina para que lo pase a buscar con su moto. Y le pidió que agarre por una calle en particular, que no era el camino más corto para llegar a destino.
En el trayecto, Cristina fue interceptada por Palma, Videla y Corvalán. La suben a una camioneta junto a su moto. Según la investigación, Palma manejaba el vehículo. Corvalán le ató las manos a la víctima para inmovilizarla y finalmente Videla la asesinó a puñaladas. A esta última, en el día de hoy, le rechazaron un pedido de continuar su condena en su casa para poder cuidar a su hija de 5 años que está a cargo de sus abuelos, y que según la mujer, ya no pueden cuidarla.
El cuerpo de Cristina fue encontrado al costado de un cañaveral al día siguiente. Los tres fueron condenados a reclusión perpetua por “homicidio triplemente agravado por alevosía, por el vínculo y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
NG cp