La Policía sanjuanina detuvo a cuatro personas por el asesinato de María Cristina Olivares, una joven de 26 años, que apareció muerta a puñaladas este fin de semana a un costado de un camino en el departamento sanjuanino de Pocito, a 15 kilómetros al sur de la capital provincial. Entre los detenidos están el ex marido de la víctima y su nueva pareja.
El cadáver de María Cristina Olivares fue hallado con las manos atadas en la espalda y presentaba numerosas heridas cortantes en el tórax, el cuello y el rostro.
De acuerdo con Antonio Olivares, padre de la joven, los médicos forenses encargados de la autopsia le aseguraron que recibió más de cien puñaladas, 25 de las cuales están en el rostro. “Tiene más de 100 puñaladas, 25 en el rostro y las demás en el cuello, el pecho, las costillas y la espalda”, explicó Olivares al Diario de Cuyo. Según las últimas informaciones difundidas por los medios locales, Olivares habría recibido 139 puñaladas.
Según los informes, María Cristina sufrió hemorragias internas y externas que le provocaron una muerte lenta durante la noche del sábado. “Me dijeron que agonizó media hora antes de morir. Es terrible lo que le hicieron, ¡¿Cómo le van a dar 25 puñaladas en la cara?! Cómo habrá quedado que tuve que velarla a cajón cerrado”, lamentó, al tiempo que pidió que también investiguen a los padres de su ex yerno.
“Tienen que investigar también a los padres de mi ex yerno porque algo tienen que haber sabido, siempre lo apañaron en todo. Ellos supieron que mi hija estaba muerta al mediodía del domingo y nunca me lo dijeron, tampoco la Policía. En mi casa nos enteramos como a las tres de la tarde y por los vecinos”, apuntó.
Las declaraciones de testigos llevaron a que los investigadores detuvieran a Miguel Angel Palma, ex esposo de Olivares y padre de los dos hijos del matrimonio, que se había separado hace un año. Según trascendió, Palma ya había estado detenido por agresiones contra su entonces pareja. La policía, además, apresó a dos mujeres: Rosa Videla, de 27, actual pareja de Palma; su hermano Ramón, y su cuñada, Noelia Corvalán.
Las fuentes de la fuerza de seguridad indicaron que Olivares habría sido secuestrada el sábado a la noche por las dos mujeres, quienes la subieron a una camioneta Volkswagen Saveiro y la llevaron hasta el lugar donde fue encontrada muerta.
Una vez allí, Videla la habría apuñalado dentro del vehículo y luego el cuerpo fue arrojado. Cuando regresaban, la camioneta al parecer se quedó sin combustible y las mujeres tuvieron que llamar a Ramón Videla, hermano de Rosa, quien las llevó en otro auto. Todo este movimiento fue advertido por los habitantes de la zona, que aportaron testimonios clave para dar con los sospechosos.
Olivares había sido vista por última vez el sábado pasado a las 19, cuando se dirigía a la casa de su ex marido para pedirle que cuidara a sus hijos, de 1 y 3 años, que había dejado con una vecina. Las fuentes policiales indicaron que la víctima fue interceptada por las mujeres antes de llegar a la vivienda.