El músico Cristian “Pity” Álvarez lleva 850 días en prisión por haber asesinado a un hombre en 2018 en el barrio porteño de Villa Lugano. Ayer fue internado en un hospital de Ezeiza por un pico de diabetes. “No le dan pelota”, se quejó la mamá del cantante de Viejas Locas.
“La diabetes es reciente provocada por la desidia y por la mala atención por parte del Estado, sobre todo en ese penal”, se quejó Cristina Congiú, madre del músico. “Hace rato que viene mal, no le daban pelota”, sostuvo.
Pity Álvarez está preso desde el 13 de julio de 2018, luego de permanecer un día prófugo de la Justicia tras asesinar de cuatro tiros a Cristian Díaz (36).
El músico fue hospitalizado por un pico de diabetes en el centro de salud que posee la cárcel de Ezeiza, correspondiente al Servicio Penitenciario Federal (SPF) confirmó Cristina a Télam.
Por su parte desde el SPF informaron que Álvarez se descompensó y estuvo primero internado en el hospital del complejo penitenciario, pero que “aproximadamente a las 21 de anoche lo trasladaron al Hospital Eurkenian de Ezeiza, donde hoy permanecía internado”. Se espera que “se estabilice y vuelva al Complejo Penitenciario 1” donde está alojado desde 2018.
El día del crimen
Pity bajó de su departamento junto a su novia y en el camino se cruzó con Díaz. Discutieron y el músico, según la investigación, sacó un arma y gatilló contra el Gringo, una persona con la que tenía un vínculo de amistad.
El Gringo quedó tendido en la entrada de la torre 12B en Villa Lugano donde tiene un departamento el músico. Pity se subió a su auto, descartó el arma en una alcantarilla y se fue a un boliche en Ramos Mejía.
Después de permanecer un día prófugo se entregó a la policía. Desde entonces está alojado en el hospital penitenciario de Ezeiza, en el pabellón psiquiátrico de la Unidad en el marco del Programa Integral de Salud Mental Argentino (Prisma). Donde también estuvo alojado Patricio Fontanet, el ex cantante de Callejero condenado por la tragedia de Cromañon.
El músico está imputado y a la espera de ir a juicio oral por un "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", delito que contempla una pena de 10 a 25 años de cárcel.
NG/MC