La periodista de Corrientes Griselda Blanco fue hallada sin vida el sábado 20 de mayo en horas de la tarde en su domicilio de la ciudad de Curuzú Cuatiá, con signos de haber sido estrangulada y golpeada. Por estas horas se investigan dos hipótesis del caso, y si bien detuvieron a su expareja, sus hijos aseguran que se trató de un crimen vinculado a su trabajo periodístico: “La querían ver callada”.
Blanco, de 45 años, trabajaba en una radio local y hacía transmisiones en vivo de sobre temas periodísticos de la zona. Poco antes de su muerte, denunció un caso por supuesta mala praxis en la muerte de una mujer en el hospital civil Fernando Irastorza de Curuzú Cuatiá.
En una de sus transmisiones en vivo, además, contó una situación de acoso sexual dentro de la Policía de Corrientes en el que era denunciado un comisario que luego le envió una carta documento, según relató la abogada Silvia Casarrubia, quien asesora a los hijos de la comunicadora.
Asesinato o femicidio, las dos hipótesis del crimen de Griselda Blanco
Por el hecho fue detenido Armando Jara, quien también es periodista y trabajaba con ella. En el lugar había rastros de sangre y las puertas no estaban violentadas.
No obstante, aún no se descarta ninguna hipótesis en el caso y el expediente quedó caratulado como “homicidio” hasta establecer el vínculo entre la víctima y el detenido.
La mujer había denunciado públicamente en varias oportunidades el accionar de la policía local por presunto mal desempeño, como así también casos de mala praxis en el hospital de esa ciudad, entre otras denuncias.
Es por esto que sus hijos descreen de la posibilidad de un femicidio.
Debido a estas denuncias, una brigada de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina viajó especialmente este domingo para sumarse a los trabajos del Departamento Investigaciones de la región, quienes allanaron la vivienda del sospechoso, en la que se incautaron prendas de vestir y una notebook, según consignó Télam.
Sus hijos contaron que la mujer había recibido amenazas en algunas oportunidades y que ella les había advertido que si algo le sucedía, debían contactar a la abogada Silvia Casarrubia.
En sus redes sociales, pocas horas después de lo sucedido, uno de ellos publicó: “Nuestra madre no se suicidó, a nuestra madre la Mataron. Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron... Hoy fue nuestra madre y mañana puede ser cualquier persona de esta ciudad. Todo va a salir a la luz. Pedimos justicia por qué es lo que ella hubiese querido y lo que se merece. JUSTICIA POR GRISELDA BLANCO”.
"No creo que femicidio sea el calificativo que haya que darle a esto, con Jara como en cualquier pareja se tienen problemas, pero no para llegar a este extremo, en mi opinión no creo que Jara haya tenido algo que ver con esto, aunque aclaro que estamos esperando las pericias y los resultados”, dijo Lautaro Cesani, uno de sus hijos, a Télam.
Cesani sostuvo además que del comisario que denunció por presunto abuso, “recibió amenazas para que no hablara, que no dijera nada”, y criticó el accionar de la policía local en el operativo al ingresar al domicilio. "Había como seis policías locales entrando y saliendo de la casa, de la escena del crimen, sin fiscal, sin peritos, sin secretario y pudo haber pasado cualquier cosa”, denunció.
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