POLICIA
en lo que va del año hubo 55 homicidios

Ni las rejas ni las penas altas frenan a los capos narcos que jaquean a Rosario

Los Monos, Alvarado y el Peruano son nombres que se repiten y sobrevuelan cada una de las investigaciones que se inician tras nuevos muertos en calles rosarinas.

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Narcos activos desde prisión. | Infografía G.P.

“La cárcel domina la calle”, dijo el intendente. “Operan las 24 horas desde prisión”, se concluyó en una de las investigaciones. “Desde la cárcel lideran una empresa delictiva”, se repite en las distintas acusaciones. A pesar de que los líderes de diferentes organizaciones narcocriminales rosarinas están tras las rejas, no dejan de estar activos y de acumular causas en su contra. Sus nombres sobrevuelan ante cada nuevo muerto que cae en las calles rosarinas. Nada los detiene. Ni el cambio de penitenciaría ni sumar años de condenas, ni el aumento desenfrenado de homicidios en las calles de esa ciudad santafesina. Vecinos y familiares de víctimas se manifestaron, esta semana, en el Monumento a la Bandera con dos consignas claras y gráficas: “Rosario sangra” y “Queremos paz”

El pedido se escuchó, luego de un fin de semana largo de Carnaval que dejó siete muertos y tras el alarmante crimen del músico callejero “Jimi” Altamirano, un joven asesinado al voleo para matarlo frente al estadio de Newell’s y usar su cuerpo para dejar un mensaje, ocurrido el 1 de febrero. Desde la fiscalía se mencionó que este hecho superó “todo límite” y se aludió a Ariel “Guille” Cantero y su gente en la disputa por los negocios de la barra. 

Como respuesta al crimen de Jimi, a los días fue atacado a tiros un centro de salud, donde dejaron un mensaje escrito a mano sobre un cartón. El intendente Pablo Javkin tuvo que suspender el acto que estaba realizando y sostuvo: “La situación es gravísima. Hay atentados institucionales, sumados a la consecución de crímenes. Sabemos que el 95% de los casos son originados por personas que están bajo la custodia de los servicios penitenciarios que planifican, ejecutan y ordenan estos hechos desde la cárcel”.

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"Planifican, ejecutan y ordenan estos hechos desde la cárcel"

Esta semana fue asesinado Brando Ortigoza (18) y junto a su cuerpo dejaron un cartel que mencionaba a un preso vinculado, supuestamente, a la barra leprosa y a Los Monos y que decía que deje de “matar gente inocente”.

¿Quiénes son? Guille, el Viejo y Lucho Cantero. El Esteban y el Peruano. Son apodos que se repiten una y otra vez en las crónicas policiales, en la mesa de las fiscalías y en las sentencias que firman los jueces. Todos están presos, pero activos. Nunca perdieron vigencia, aunque están tras las rejas. No son los únicos en estar acusados de impartir violencia, pero tal vez son los centrales en el mapa de la narcocriminalidad.

Julio Rodríguez Granthon es aviador, le dicen el “Peruano” y estos últimos días volvió a ser noticia porque en la audiencia preliminar al juicio por el asesinato del exconcejal y pastor Eduardo Trasante, los fiscales pidieron perpetua para él y otras tres personas. 

Trasante fue asesinado dentro de su casa por dos sicarios (aún no detenidos) en 2020. El Peruano está acusado de ser parte del plan criminal como “partícipe necesario”. Según la investigación, compró desde prisión el auto que usaron los asesinos para movilizarse. 

Los celulares que usan para impartir órdenes son luego parte de las escuchas que conforman los expedientes en su contra. “¿Están cómodos? Lo que es la vida del ‘millo’. Pero mirá cómo es, ‘Lucho’, nosotros dos en cana y sabemos dónde están sentados ellos comiendo, a qué hora, todo”, le dijo Lorena Verdún, su madre, a Luciano “Lucho” Cantero. “Acá a ‘Guille’ no lo metas, porque ‘Guille’ no corta ni pincha conmigo. Y el barrio es mío”, asegura Lucho, hijo del asesinado líder de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero. 

"Con la mafia no se jode", fue uno de los mensajes que dejaron junto a un cuerpo

Ambas conversaciones son parte de las pruebas expuestas en una serie de audiencias en las que la fiscalía acusó, en octubre pasado, a Lucho de liderar una “empresa delictiva” que “opera las 24 horas ordenando atentados con armas de fuego contra diferentes personas, eligiendo a quienes van a cumplir cada uno de los roles en los hechos, adquiriendo y disponiendo el uso de armas de fuego de gran poder ofensivo y vehículos, autorizando el pago a los miembros de la organización por los ‘trabajos’ realizados y por los ‘gastos’ ocasionados”.

El clan Cantero conformaba históricamente la banda de Los Monos, aunque en la actualidad estaría fraccionada en distintas células, con Lucho como uno de los líderes más jóvenes. Mientras que otras dos líneas la encabezan su abuelo y fundador de la banda: Máximo Ariel, alias “El Viejo”, y la otra su tío Guille.  

Es justamente Guille quien acumula más causas en su contra desde que se entregó a la Justicia en 2013, tras el asesinato de su hermano y la ola de crímenes por venganza que se produjo desde entonces. Acumula casi cien años de prisión. En la vereda de enfrente está Esteban Alvarado. Condenado a perpetua por liderar una organización que cometió crímenes, balaceras y por lavado de dinero. Uno de los homicidios fue el del prestamista Lucio Maldonado ocurrido en 2018. Junto al cuerpo habían dejado un cartel con la frase “con la mafia no se jode”.

 

Un crimen por día

Toda esta ola de violencia viene como derrotero de un 2022 como el año más sangriento de los últimos diez en el departamento de Rosario. El comienzo de este 2023 parece seguir en la misma línea roja y alarmante: en 55 días acumula 55 homicidios dolosos. Mientras que en toda la provincia se registraron 77 víctimas.

Así es como el 71% de esos asesinatos se concentraron en Rosario. Y no es casual. Es allí donde la disputa territorial y la exhibición del poderío a los tiros de parte de bandas narcocriminales son las causantes de que “Rosario sangre” como anunciaban los carteles que levantaron el miércoles último las personas que se reunieron en el Monumento a la Bandera.

"Rosario sangra y quiere paz": nueva marcha en el Monumento a la bandera ante la escalada de violencia

En enero fueron 26 los homicidios en el departamento de Rosario (ocho de cada diez se registraron en la ciudad cabecera). Mientras que en el departamento de la capital santafesina ocurrieron solo cinco en el primer mes del año, lo que contrarresta dos escenarios totalmente distintos. 

Febrero lleva acumulados 29 homicidios en Rosario. Los últimos tres ocurrieron el viernes, en menos de tres horas.