La causa por la muerte de Alberto Nisman comenzó a moverse. Desde que el fiscal Eduardo Taiano y el juez Julian Ercolini intentan resolver el fallecimiento del fiscal que investigaba a la expresidenta, Cristina Kirchner, nuevas pruebas aparecieron en la causa y varias de ellas complican al analista informático.
El hombre que le prestó el revólver Bersa 22 a Nisman, del que luego saldría el disparo que acabó con su vida, está en tela de juicio por su supuesta vinculación con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), vinculación que se suma a los supuestos rumores que alínean con servicios de inteligencia o fuerzas de seguridad nacionales. De acuerdo a lo que informó en canal de noticias TN, Taiano le tomó declaración a empleados de la PSA y todos negaron conocer a Lagomarsino.
A esta adscripción que se hace del analista informático a la PSA, se le suma las desmentidas que empleados de la UFI-AMIA y habitantes del Le Parc hicieron sobre su coartada.
De acuerdo a lo publicado por el diario Clarín, ningún empleado del fiscal Nisman recuerda que su computadora haya sido arreglada por Lagomarsino, a pesar de que en su declaración, esa era su tarea en la oficina. Es más, testigos de la causa comentaron ante la justicia que en una oportunidad le solicitaron al sospechoso que resuelva un problema tecnológico y no pudo.
La otra coartada que hasta ahora no se pudo comprobar en la justicia es el horario y el día en el que Lagomarisno asegura haberle entregado el arma a Nisman, Según su defensa, el 17 de enero (un día antes de la muerte de Nisman) fue a su departamento y le entregó la Bersa 22. Ese día el analista informático aseguró que varias personas del edificio lo cruzaron en el ascensor y podrían identificarlo. Por ese motivo, Taiano le tomó declaración a todos los habitantes de Le Parc, algo que Fein no realizó en el año y medio que tuvo la causa: Ninguno lo reconoció. Además, las imágenes de la cámara del ascensor no están porque en ese momento no funcionaban.