Se movía en un lujoso Peugeot RCZ descapotable. Le gustaba ostentar, aunque en Nordelta pasaba inadvertido. Tenía un pedido de captura activo por narcotráfico, y la policía finalmente lo arrestó en la puerta del exclusivo country de Tigre. Tenía drogas sintéticas y otros elementos que, se presume, habría utilizado para cometer robos bajo la modalidad escruche.
El sospechoso tiene 30 años. Según fuentes policiales consultadas por PERFIL era buscado en el marco de una causa por comercialización de estupefacientes. Además, se cree que formaría parte de una banda que cometió varios robos en la zona norte del Conurbano.
De acuerdo con los voceros, el procedimiento fue realizado por efectivos de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Tigre. El prófugo fue apresado cuando llegaba a Nordelta. Hacía un año que alquilaba una casa en el barrio cerrado Puerto Escondido, por el pagaba 30 mil pesos mensuales.
Las fuentes señalaron que en poder del sospechoso secuestraron “drogas sintéticas y cartones de una droga llamada MDMA –comúnmente llamada éxtasis– con impresiones de personajes de Bob Esponja, entre otros, embebidos en ketamina líquida”.
Además, hallaron en su coche guantes, destornilladores, una llave francesa y dinero en efectivo, entre otros elementos de interés para la causa.
Sobre el imputado pesaba una captura activa por comercialización de estupefacientes, y ya fue puesto a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción Temática de Tigre.
Mis vecinos narcos. El fantasma de los capos narcos sobrevuela el barrio desde que fue detenido Henry de Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”, en marzo de 2012. El jefe de Los Urabeños, una organización paramilitar colombiana, vivía con su mujer y su hijo hasta que lo detuvieron y extraditaron a Estados Unidos, donde se encuentra actualmente.
Con menos repercusión –aunque no menos importancia–, un año antes cayó otro colombiano: Ignacio Alvarez Meyendorff. Lo atraparon en el aeropuerto de Ezeiza y también tenía domicilio en esa localidad. Era el jefe en las sombra de los carteles Los Llanos y el norte del Valle. Y Ruth Martínez Rodríguez, ex mujer del capo narco más poderoso de Colombia, Daniel “el Loco” Barrera, también eligió Nordelta para rehacer su vida, al igual que la ex esposa de su testaferro.
