Una extraña seguidilla de ataques a tiros contra estaciones de servicio de Rosario le sumó más terror a una ciudad tristemente acostumbrada a los ajustes de cuentas narcos y los atentados. No está claro el motivo, pero la sospecha más fuerte apunta contra la narcobanda Los Monos.
En las últimas 48 horas hubo al menos cuatro ataques, el último de ellos a metros de la Unidad Regional II de Policía y la Unidad Penitenciaria N° 6.
La situación es tan dramática y preocupante que los propietarios acordaron que este fin de semana no haya atención al público entre las 22 y las 6 de la mañana. Solo se atenderán ambulancias y móviles policiales.
La principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a un mismo grupo armado vinculado a la organización criminal más importante de la ciudad. El dato fue revelado por la fiscal Valeria Haurigot, de la Unidad de Investigación y Juicio especializada en balaceras, quien reconoció que una de las líneas de trabajo apunta contra Ariel “Guille” Cantero”, el cabecilla de Los Monos (ver aparte). “Es una línea que tenemos, fuerte”, reconoció Haurigot, en declaraciones con Radio Dos.
En los cuatro ataques a tiros hay varios puntos en común. Por ejemplo, que ocurrieron en una misma franja horaria, entre las 21 y las 24 horas, y que en todos ellos actuaron hombres que dispararon desde una motocicleta.
Lo que llama la atención es que no se trata de simples ataques intimidatorios: está claro que los tiradores no buscan provocar daños, sino que disparan a objetivos concretos, donde hay gente inocente que solo por milagro no sufrió heridas.
El caso de este jueves ocurrió en la YPF ubicada en Ovidio Lagos al 5200. Los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) marcaron en el lugar once huellas de proyectiles calibre 9 milímetros y secuestraron dos balas de plomo deformadas, un trozo de plomo y dos encamisados.
Las balas atravesaron los vidrios del shop de la estación de servicio y los playeros que estaban atendiendo se arrojaron al piso cuando desde una moto comenzaron a tirar sin parar.
El primer ataque de la semana se produjo el martes a la noche en la estación Axion ubicada en las calles San Martín y Saavedra con un dato curioso: el tirador gatilló desde una moto en movimiento y llevando sobre sus espaldas una mochila de Pedidos Ya.
El segundo episodio ocurrió el miércoles a las 21 en una estación de GNC ubicada en Cervantes al 100 bis, en Villa Gobernador Gálvez, donde según el playero “había dos empleados y mucha gente” al momento del ataque. De acuerdo al sitio Rosario3.com, los proyectiles impactaron en el minishop y en un Renault 18 que estaba estacionado, y por milagro no hubo que lamentar heridos.
Esa misma noche, pero en la colectora de Circunvalación y Mendoza, otra estación de GNC fue blanco de un nuevo ataque. Fue a las 22.30 cuando un policía de civil estaba tomando un café en el interior del local. Al igual que en el resto de los atentados, los tiradores dispararon desde una moto y escaparon a toda velocidad. La encargada de la atención al público en el minimarket aseguró haber escuchado al menos cuatro disparos.
Un dato llamativo en este caso es que hace dos meses Damián Rodríguez (22) fue asesinado a tiros cuando caminaba frente a la estación de servicio, aunque los investigadores no vinculan este hecho con el ocurrido días atrás.
Rodríguez estaba vinculado a una banda narco. En julio pasado habían disparado contra su casa ubicada en Pasaje Cachi al 1500 bis.
El fantasma de “Guille”
La pista narco es una de las hipótesis más fuertes que los investigadores siguen de cerca. De hecho, hay quienes apuntan directamente contra Ariel “Guille” Cantero, uno de los líderes de la narcobanda Los Monos.
Cantero está preso en la cárcel federal de Marcos Paz, donde cumple una condena histórica a 96 años y 8 meses de prisión.
Para los investigadores, los ataques contra las estaciones de servicio recuerdan a la serie de atentados contra edificios judiciales y casas de jueces vinculados a las causas iniciadas contra la organización criminal. Lo que se sospecha es que Cantero podría haber dado la orden desde la cárcel para generar un clima de guerra, a horas de las elecciones de mañana.
Otra pista que fue revelada por el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, apunta “al aumento de controles” a motociclistas en la zona. Si bien el funcionario aclaró que “existen otras líneas de investigación” en la fiscalía, suena extraño –y hasta inverosímil– pensar que el secuestro de motos pueda generar una reacción de este tipo con consecuencias penales muy graves.
