La lluvia en la provincia de Buenos Aires y la difícil situación que generó en algunos distritos del territorio que comanda Daniel Scioli no le permitieron al candidato presidencial del Frente para la Victoria transitar las horas previas a la elección de manera distendida.
Desde Villa La Ñata, el gobernador bonaerense debió seguir ayer los problemas que causó el temporal en comunicación con su ministro de Desarrollo Social, Eduardo Aparicio, quien recorrió las zonas más afectadas (Pilar, San Antonio de Areco y Luján).
Mañana, Scioli esperará los resultados en el estadio Luna Park. El equipo del candidato recién podrá acondicionar el lugar con la liturgia partidaria esta noche, ya que la edición de “Un sol para los chicos”, el programa que recauda fondos a total beneficio de Unicef, mantenía ocupado el espacio.
El día de la elección, el sciolismo pretende controlar la comunicación y que no haya distintos dirigentes peronistas pasando de micrófono en micrófono durante la larga espera de los resultados electorales. Por ello, preparan una especie de corralito para los medios, desde donde será difícil acceder a los funcionarios.
Sin embargo, al igual que en el cierre de campaña que se realizó el último jueves en Tecnópolis, las barreras para los medios podrían ser derribadas.
En las elecciones anteriores que compitió Scioli, el primero en hablar y anunciar tendencias, fue el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, por lo que en esta elección se repetiría la cábala. En el búnker habrá lugar para la farándula, históricos dirigentes y los jóvenes de La Cámpora, que estarán representados en Eduardo “Wado” De Pedro, Axel Kicillof y Andrés “Cuervo” Larroque.
Los candidatos a la gobernación, Julián Domínguez y Aníbal Fernández llegarán tarde al búnker, cuando ya se conozca el ganador de la interna.