A punto de cumplirse un año de la desaparición de Santiago Maldonado el próximo miércoles, la investigación judicial aún está repleta de interrogantes sobre lo que pasó el 1º de agosto de 2017, en Cushamen, y sigue sin aclararse la responsabilidad del Estado en la muerte del joven de 28 años, que fue visto con vida por última vez en medio de un violento desalojo a manos de Gendarmería.
Con pocos o nulos avances, el expediente se debate entre las fuertes versiones que hablan de que está “paralizado”, “se encamina a su cierre” o “que aún no se inició”, en contraposición con la defensa que hace de su trabajo el juez Gustavo Lleral. Se trata del segundo magistrado del caso, ya que el primero fue apartado luego de una recusación de la familia y del CELS.
Dudas. “Hasta ahora, la única respuesta que se respondió es: ¿dónde está Santiago Maldonado?, que no es para nada menor, pero hay muchísimas más”, dijo a PERFIL Verónica Heredia, la abogada de la familia Maldonado. Santiago estuvo 77 días desaparecido hasta que se encontró su cuerpo, en aguas del río Chubut, a metros de donde había sido visto por última vez con vida. Heredia consideró que hasta el momento “la investigación no se ha iniciado” y entre los interrogantes que todavía existen aseguró que está el hecho de que consideran que el lugar donde fue hallado el cuerpo del joven ya había sido revisado anteriormente sin resultados positivos. Por lo que sospechan que el cuerpo pudo ser “plantado” allí.
Consultado por PERFIL, Lleral aseguró que “la investigación y la causa no están paradas”, al tiempo que detalló que “es un expediente con muchas particularidades, que no se da en ninguna investigación igual”. Por el momento, Lleral espera los resultados de una pericia sobre un DNI, así como también aguarda que, vía exhorto, llegue desde Chile la declaración de Nicasio Luna, un músico trasandino que estuvo el 1º de agosto pasado en el corte.
Desde el primer momento, Lleral se caracterizó por la prudencia y, en diálogo con este diario, volvió sobre algo que dijo entonces, cuando resaltó las complejidades de “reconstruir un episodio histórico” a través de personas, documentos, para, “una vez con todo sobre la mesa, decir ‘con esto vamos a trabajar’”.
Pruebas. Las próximas novedades podrían estar para el 25 de septiembre, cuando se cumplan los 77 días desde que se sumergió un DNI en el agua. Los resultados, que pueden o no ser necesariamente determinantes, buscan establecer si el cuerpo de Santiago estuvo desde el comienzo en las aguas del río Chubut o si pudo ser plantado después.
Cuando apareció el cuerpo del joven, en uno de sus bolsillos tenía su DNI en perfectas condiciones, lo que llamó la atención de su familia, por lo que pidieron que se peritara un documento igual, la misma cantidad del tiempo bajo el agua, para ver el proceso. Si bien la prueba fue ordenada por Lleral a fines del año pasado, recién pudo comenzar a realizarse el 10 de julio, por los problemas del INTI, atravesado por despidos desde enero.
La autopsia al cuerpo de Santiago, a cargo del cuerpo médico forense que depende de la Corte, estableció que el joven murió por “asfixia por inmersión”, pero de acuerdo a los distintos métodos utilizados, se establecieron diferentes tiempos en los que el cuerpo habría estado bajo el agua: 53, 60 o 73 días, por lo que los nuevos resultados podrían arrojar luz sobre el punto. Por otro lado, la Justicia espera la declaración de Luna, un chileno que estuvo en el corte de la Ruta 40 y que declaró ante la Justicia de su país, a pedido de Lleral. Allí aseguró que, luego del ingreso de la fuerza en el Pu Lof, uno de los jóvenes de la comunidad le dijo que Santiago había sido aprehendido por Gendarmería.
