La denuncia judicial también avanza sobre el posible espionaje a 28 personas vinculadas al mundo académico y 58 dirigentes entre los que se encuentran empresarios, políticos de izquierda y sindicalistas. Se trató de un seguimiento que se les había hecho a quienes participaron de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, de 2017.
En este caso, se llegó a recolectar información sobre los familiares, pasaporte, teléfonos, cuentas bancarias, participaciones societarias, propiedades, vehículos, fotos de redes sociales y hasta si contaban con empleadas domésticas.
Uno de estos casos es el de Alejandro Martín Díaz, de la Cámara Argentina de Prestadores de Servicios Internacionales Aeroexpresos. Entre sus datos figuran: pasaporte, domicilio, teléfonos fijo y celulares, datos laborales, obra social, vínculos familiares, otros vínculos, empleados domésticos, bienes personales, bancos con los que opera, cuenta de mail, su perfil en Facebook con captura de fotos personales y menciones en internet con captura de registro de audiencia en el ministerio de la Producción.
Longobardi, Lejtman y la lista completa de los 500 nuevos espiados
La Fundación Vía Libre defiende los derechos en el entorno digital y la protección de datos. Dos de sus miembros, Enrique Alberto Chaparro y Beatriz Busaniche figuran entre los papeles encontrados en una de las cajas fuertes de la Agencia Federal de Inteligencia tras una inspección ocular. También están sus fotos con número de pasaporte, domicilio y otros domicilios, teléfonos, mails, datos laborales, obra social, vínculos familiares y otros, bienes personales, bancos con los que opera, perfil de Linkedin y menciones en Internet.
Con el mismo detalle de información, entre las pruebas que se presentarán este lunes 8 de junio a la justicia, también figuran los nombres del actual senador Daniel Lovera que en aquel momento era miembro de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios; Ivan Alfredo Poli, abogado de uno de los estudios más importantes, Marval O'Farrell y Mairal; Marcos Pueyrredón, empresario de Business for E-Trade Development; Alejandro Jasiukiewicz Prestadores de Servicios Internacionales Aeroexpresos y gerente de DHL; Lucas Gallito Castaño, de GSMA Latin América; Sebastián Martin Cabello, Jefe de América Latina GSM Association; Maria Lucrecia Corvalan GSM Association; Raúl Roccatagliata y Juan José Grigera Naon, de la Sociedad Rural; Pablo Secchi y María Emilia Berazategui de la Fundación Poder Ciudadano; y Héctor Fernández, de la actual conducción nacional de la Asociaciones de Trabajadores del Estado (ATE). En este último caso, además de los datos personales que se repiten en cada uno de los posibles espiados, aparece información precisa de la “posible cónyuge” que incluye cuit y redes sociales y de su “posible hermano” con los mismos datos.
Sobre la reunión de la OMC, surge también una carpeta con “observados”. Se trata de dirigentes que se anotaron para participar, pero que la Agencia comandada por Gustavo Arribas rechazó. Entre los papeles hay una carta enviada por el entonces canciller Jorge Faurie para que se admita participar a algunos de ellos.
Entre las pruebas también hay dos informes de inteligencia sobre las organizaciones que se oponían a la Cumbre del G-20 y a la Conferencia Interministerial. Son el Trasnational Institute y el Instituto del Mundo del Trabajo "Julio Godio", entre los que se mencionan a sus miembros como "grupos economistas de izquierda con fuerte presencia en medios de comunicación y de corte kirchnerista como Página 12".
Además, hay informes de seguimiento e investigación sobre el Partido de los Trabajadores Socialistas. Se hizo un seguimiento en el Hotel Bauen en donde, según se detalla, el objetivo era “Organizar actividades contra el normal desenvolvimiento de la Conferencia OMC”, encuentro en el que se habrían infiltrado. También hay fichas personales de los dirigentes Raúl Godoy, Christian Castillo, entre otros. Y se detalla la lista de aportantes del PTS en la provincia de Buenos Aires con un listado de “cuadros formados y capacitados” junto a fotos personales de sus miembros.
En la AFI funciona un sistema de "escritorio limpio", por el cual los agentes y empleados no pueden dejar papeles sobre su actividad en las mesas de sus oficinas y todo debe ser guardado en cajas fuertes, por lo que es común que en el edificio de la calle 25 de Mayo haya papeles bajo llave y claves. Es así que la actual intervención de la Agencia liderada por Cristina Caamaño, llegó a esta información.
CP
