El empresario Lázaro Báez declaró este miércoles en la causa conocida como la "Ruta del Dinero K" y dijo que fue presionado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para culpar a Cristina Fernández de Kirchner. Pero lo que además llamó la atención fue que acusó a un periodista de ofrecerle una reunión con el ministro de Justicia Germán Garavano y de darle un manuscrito con lo que debía declarar en el caso.
Báez apuntó al periodista Luis Gasulla quien, según él, le propuso reunirse con Garavano e incluso le habría entregado “un escrito de puño y letra diciendo lo que tenía que decir” para involucrar en casos de corrupción a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La abogada de Báez, Elizabet Gasaro, entregó al tribunal el supuesto manuscrito de Gasulla.
En diálogo con PERFIL, Gasulla negó todas las afirmaciones del empresario: "Nunca hablé con Garavano ni entregué un manuscrito. Es una operación para ensuciar a los periodistas que investigamos la corrupción durante el kirchnerismo", explicó.
Y apuntó contra un grupo de abogados como los autores intelectuales: "Son Gasaro, Bindi y Robles. Todos trabajan en el mismo estudio y representaron al mismo tiempo a Báez y Fariña. Ellos les llevaban a Báez lo que iba a declarar Fariña", argumentó y destacó que "se lo pregunté a Báez una vez en la cárcel y él me dijo que eran abogados de los servicios de inteligencia".
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Para Gasulla, el plan no es político, es de plata: "Fariña no les servía. El que tiene la plata es Lázaro Báez. Había que defender a un millonario. Tenemos a Fariña y te lo entregamos. Ser abogado de Báez es un gran negocio. El negocio del abogado es que siguiera preso".
"A mí me metieron con Garavano porque era el único periodista que habló con Lázaro en prisión. En esas entrevistas vas a ver el verdadero Báez. Dijo cosas como que la Cámara Argentina de Costruccion y CFK 'me usaron de forro'. En la ultima entrevista con cámara desde la cárcel dice que si hubiese sido testaferro le iban a dar 'un banco o las fichitas', es decir un banco por Eskenazi o un Casino por Cristobal Lopez. En agosto de 2016 hay una escucha de Parrilli con CFK hablando de la entevista que le hice a Lázaro indignada por lo que decía. Chocan los discursos de Báez", manifestó el periodista.
En su declaración de hoy, Báez aseguró que fue "acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual Gobierno" y que en oportunidad de ser llevado en 2016 al Hospital Penitenciario Central de Ezeiza se le presentó la abogada Claudia Balbín, quien dijo trabajar para Silvia Majdalani (segunda de la AFI), ofreciéndole ser "arrepentido" y beneficios si involucraba con su declaración a los Kirchner.
El hijo de Balbín, el abogado Santiago Viola, en una época fue abogado de los hijos de Báez: "Queda claro que me pusieron en una encerrona para que culpe a la señora Cristina Fernández y su Gobierno, no pudieron doblegarme como sí ocurrió con otros", expresó.
Incluso, como prueba de la extorsión que Báez dijo sufrir, intentó reproducir, sin éxito, unos audios (que finalmente leyó), en los que el fiscal Guillermo Marijuan hablada sobre cómo iban las negociaciones para lograr el arrepentimiento en la causa de los hijos del empresario.
Sobre la mención del fiscal, Gasulla dijo que "esa fue una gran cortina de humo para sacarlo a Marijuan del caso, cuando manda las excavadoras al sur. Mandan un audio privado que lo viralizaron en los medios. ¿Quien recibió el audio? un abogado... Son ellos mismos los que armaron la operación. "Es la gran D'Alessio, hacen lo mismo que él", concluyó.
No es la primera vez. En el marco del caso D'Alessio pero vinculado a una de las tantas aristas que investiga el juez Alejo Ramos Padilla es que Gasulla y Garavano aparecieron señalados con una acusación similar y precisamente por Giselle Robles, ex abogada de Leonardo Fariña.
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El 12 de abril de este año, PERFIL reveló las capturas entre el ministro de Justicia Germán Garavano y Robles, en donde coordinaron una reunión con Fariña en el Ministerio para dialogar sobre las condiciones del régimen del testigo protegido. Allí la letrada denunció que dicha reunión fue informal y se habló de otras "preocupacones":
"Dentro de esa conversación Fariña le empieza a explicar que estaba intentando que Lázaro Báez se arrepienta, negociando, a lo que Garavano le responde 'no te metas porque Báez está bastante operado'. Fariña además tenía la causa que más le preocupaba que era la de la evasión fiscal agravada que era por la que él estaba detenido, que tramitaba en La Plata y que estaba próxima al juicio oral. Rozanski era el juez. La respuesta de Garavano fue 'quedate tranquilo que Rozanski ya está afuera y lo mismo va a pasar con Freiler y con Rafecas'".
En efecto, el platense Carlos Rozanski fue destituído en octubre de 2016, y un año después fue desplazado el camarista Eduardo Freiler luego del polémico fallo que liberó a Cristóbal López. Por su parte Daniel Rafecas enfrentó presiones por su manejo de la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner, pero sigue en el cargo. "En cuanto a la ampliación de la declaración que se le venía a Fariña, Garavano le dijo 'seguí en la misma línea'", continuó la representante de Fariña.
Robles aseguró que dicha reunión fue posible gracias a que el periodista Luis Majul le facilitó el número del ministro. Y en la misma línea señaló a Gasulla como quien le ofreció el contacto de la diputada de Cambiemos, Paula Oliveto, a quien nombró como alguien que tenía un llamativo interés por el caso: "Me llamó por teléfono el día que yo dejé la declaración indagatoria (de Fariña). Yo después le escribo para contarle porque ella me había dicho por favor que la mantuviera al tanto, que le interesaba el tema de Fariña. Le conté los detalles de cómo venían siendo las cosas. Me llamó super dispuesta, quería saber en qué estado estaba todo. Me dijo que le avisara si necesitaba custodia para mí o para mis hijos", precisó.
Desde el entorno de Oliveto dijeron a PERFIL que "el objetivo de Robles era tener una reunión con (Elisa) Carrió a través de Oliveto. Ella le contaba que estaba siendo amenazada, que Fariña se quería suicidar, y es por eso que Oliveto le ofreció custodia".
Gasulla aseguró a PERFIL que facilitó el contacto de Oliveto luego de que Robles denunciara que "Fariña podría ser el próximo Nisman" y que lo hizo para ayudar a la letrada.
Más adelante, el juez Ramos Padilla citó a declarar a Fariña, Gasulla y Robles e imputó a la abogada a quien luego le dictó la falta de mérito. No obstante, esa arista del caso con acusaciones cruzadas quedó en la nada.
J.D. / M.C.