Luis Chocobar, el policía al que el presidente Mauricio Macri trató como un héroe por haber matado a un delincuente que asaltó a cuchilladas a un turista estadounidense, deberá enfrentar un juicio oral acusado de homicidio agravado por la utilización de un arma de fuego. Así lo resolvió ayer la Cámara del Crimen, cuando confirmó el procesamiento del efectivo por entender que hubo un exceso en su conducta.
Aunque coincidieron en que Chocobar “no tuvo intención de matar”, los jueces Julio Lucini, Rodolfo Pociello Argerich y Mariano González Palazzo modificaron la calificación legal del delito que podría complicar a Chocobar cuando tenga que sentarse en el banquillo. ¿Por qué? Porque en vez de entender que el policía se excedió en la legítima defensa, como había dicho el juez de Menores Enrique Velázquez, la Cámara del Crimen aseguró que el exceso fue “en el cumplimiento de un deber”.
Según indicaron a PERFIL tres penalistas consultados, la nueva figura terminó perjudicando a Chocobar. “Es finito, pero hubiera sido más fácil defenderse con la legitima defensa, porque propone una situación de peligro. Acá le están diciendo claramente que el policía no lo podía matar”.
“Debemos ser absolutamente prudentes y claros: un policía tiene un deber de actuar y hacer cesar los efectos del delito, evitando que se ponga en riesgo su vida o la de terceros, pero no puede apartarse de los límites de la ley”, dijo la Cámara. Si Chocobar es declarado culpable en el juicio oral, podría recibir una condena que va de ocho meses a seis años de cárcel.
El fallo ordenó, además, una medida crucial para la causa: “la reconstrucción del hecho con presencia de los organismos periciales pertinentes e integrantes del Cuerpo Médico Forense para que se establezca claramente la distancia de los disparos y en qué ángulos habrían ingresado” al cuerpo del ladrón.
Lo que sí hizo la Cámara fue anular el embargo de 400 mil pesos que le habían fijado en primera instancia. Eso fue lo que había generado la furia de Chocobar en las redes sociales y la solidaridad del Gobierno, incluso cuando –según dijo el jefe de Gabinete Marcos Peña– sabían del video del policía disparando por la espalda.
Todo ocurrió el feriado del 8 de diciembre, cuando el turista Frank Joseph Wolek caminaba por el barrio de La Boca con una cámara fotográfica. Lo abordaron Jorge Miguel Pereira Rojas y Pablo Kukoc para robarle. Como se resistió, lo apuñalaron varias veces y escaparon. Tres personas los persiguieron y alcanzaron a Kukoc. Hubo un forcejeo y apareció Chocobar, que había visto el robo. Dio la voz de alto y Kukoc reinició la huida. El policía disparo tres veces hacia el cielo y otros cuatro cuando vio que el chico no frenaba. Un tiro le dio en la pierna y lo hizo caer. Otro le dio en la espalda. Murió cuatro días después.