—Sobre la Ruta 26 hay una estación de servicio Petrobras, ¿en diez minutos?
—Perfecto. ¿“Paco” de Rosa estará ahí?
—No. Primero, quiero presentarle a alguien y luego lo llevaré hasta donde está.
La breve conversación telefónica se interrumpió. Rodeada de intriga y misterio, la escena bien podría tratarse de un segmento cinematográfico de Brigada explosiva, la prestigiosa película protagonizada por Emilio Disi, Gino Renni, Berugo Carámbula y Alberto Fernández de Rosa. Sin embargo, fue el camino trazado por los colaboradores de “Paco” Rosa para concertar la entrevista con PERFIL.
Fernández de Rosa, que compartió los momentos más íntimos con Luis Gerez antes y después de su cautiverio, quiere, desde la agrupación kirchnerista Pensar Escobar, disputarle en los comicios de octubre la hegemonía del distrito al ex comisario Luis Patti.
—¿Puede ser el próximo intendente?
—No tengo encuestas. No soy el único candidato.
—¿Imagina una interna “Paco de Rosa” versus Larry de Clay?
—No voy a descalificar a mi amigo.
—¿Qué cambió en Escobar después de la liberación de Gerez?
—El equipo de Pensar Escobar se fortaleció. Y, hoy, sectores, que antes eran renuentes al diálogo, confluyen dentro. Nos encuadramos con el Presidente. Y no importa de dónde vengan.
—¿Sigue en contacto con Gerez?
—Sí, claro. El secuestro para el grupo político fue clave, una crisis. Pudo habernos dejado fuera de la carrera política.
—A dos meses del secuestro, ¿cree que hubo demasiada exposición?
—Hubo mucha exposición. Yo debería haber levantado la conferencia de prensa. Luis no estaba preparado. Estaba en shock. Pero igual volvería a actuar de la misma manera.
—¿Por qué?
—Los que estuvimos en listas negras, los que sufrimos persecuciones sabemos que el secuestro de un compañero es algo intenso. Y lo primero es salir a la calle para protegernos.
—Tampoco lo podía retener...
—Pero es un compañero de la agrupación. ¿Qué hubiese hecho usted? A Gerez lo protegí y lo traje a casa primeros tres días. No me importaba un comino, quería cuidarlo. Luis no es un albañil cualquiera.
—¿A que se refiere?
—Le gusta la música clásica. Oye Chopin y Mozart.
Campaña. En su casa de Ingeniero Maschwitz, donde vive con su hijo Francisco y su perro Lost, rescatado en los márgenes de la ruta, recibe a funcionarios y militantes. En los últimos meses compartió escenario con la diputada María Cristina Alvarez Rodríguez, el ministro Mario Oporto y el interventor del Comfer, Julio Bárbaro.
—En un momento, usted se apartó del entorno de Gerez...
Fueron varios los que dijeron que me apartara. Me fui tres días para desenchufarme. Aníbal Fernández me aconsejó que me alejara del entorno.
—¿Qué piensa de las dos líneas de investigación: entorno y secuestro político?
—No creo que la Justicia tenga solamente dos líneas de hipótesis. Lo que pasa es que a los medios les conviene instalar eso. A los fiscales hay que darles tiempo.
—¿Fue correcto haber intentado el juicio a los fiscales?
—No lo evaluó como bien o mal. Tuvo una buena conclusión: que los abogados de Derechos Humanos y la fiscalía se entendieran.