El dinero de la ANSES, el nuevo motor de las políticas anticrisis del gobierno de Cristina Kirchner, comenzó a ser manejado por un comité presidido por Amado Boudou y compuesto por tres secretarios del Ministerio de Economía. Sergio Chodos, el superintendente de AFJPs, ya está encargándose de hecho de las operaciones en el mercado financiero, y Sergio Massa –padre político de Boudou– quedó con estrecha capacidad de acción formal y dependerá de su relación con Néstor Kirchner para tener alguna incidencia. Desde afuera, la ministra de Producción, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, buscan poder influir en las decisiones, hasta ahora infructuosamente.
Alrededor de la caja de la ANSES se comenzaron a ubicar funcionarios que quieren hacer escuchar su voz a la hora de decidir el destino de esos fondos. El decreto que reglamentó el mecanismo para las inversiones de los $ 100 mil millones heredados de las AFJP –acumulados en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)– colocó en el centro de la escena a Amado Boudou, director general del organismo.
El joven funcionario tiene línea directa con Néstor Kirchner. Lo acompañan en un Comité Ejecutivo los secretarios de Finanzas, Hernán Lorenzino; de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y de Política Económica, Martín Abeles. Este cuerpo votará la aprobación o rechazo de propuestas de inversión.
Un subdirector de Operación del FGS, cargo que en los hechos desempeña Sergio Chodos según reconocieron en la ANSES, se ocupará de llevar a la práctica las operaciones de mercado de la dependencia.