El arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, recibió ayer a dirigentes sindicales y sociales como parte de una serie de gestos de la Iglesia argentina en defensa de los “piqueteros”, cuando se encuentran en el foco de las críticas por el impacto de sus protestas. El encuentro de la denominada “Mesa del diálogo por el trabajo y la vida digna”, con el obispo más cercano al Sumo Pontífice, se suma a otros gestos que incluyeron la presentación de un libro prologado por el papa argentino sobre los movimientos sociales en la CGT, a cargo del “obispo villero” Gustavo Carrara, y un curso sobre la doctrina social de Francisco realizado por el obispo de San Isidro, y presidente del Episcopado, Oscar Ojea.
Según confirmaron desde la conducción de la Iglesia, se decidió salir de manera activa a diferenciar a los movimientos que contribuyen a la paz social de los sectores “violentos”, con el objetivo de responder a una extendida campaña de “demonización” que se magnifica con la campaña presidencial, con la cual las críticas a los cortes y al vínculo entre los movimientos y el Estado ha sido una constante.
El encuentro con el arzobispo Fernández incluyó a los referentes de la CTEP Esteban Castro y Gildo Onorato; el titular de Suteba, Roberto Baradel; Héctor Amichetti (Gráficos); Eduardo Berrozpe (Bancarios), de la Corriente Federal; y el secretario general de ATE, Hugo Godoy, entre otros. Tras el encuentro, Onorato, que también integra el Movimiento Evita, indicó: “Paz, Pan y Trabajo son las consignas que tienen que ordenar a nuestra sociedad, para que el pueblo pueda recuperar la dignidad y los derechos que las políticas de este gobierno les hicieron perder”. Esta consigna, que se repite en boca de dirigentes y obispos, aparece como una síntesis de los temas que ambos sectores quieren poner en la agenda del próximo gobierno.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Los gestos de la Iglesia son importantes también ante el debate abierto por un posible pacto social en el próximo mandato presidencial, en caso de que el Frente de Todos repita en octubre la victoria de agosto. Mientras algunos sindicatos son reticentes a aceptar un rol importante para los representantes sociales, los obispos más cercanos a Francisco trabajan para mantener la paz entre el mundo piquetero y el cegetista, que no siempre acepta otorgar un espacio en la mesa de discusión a los representantes de la economía informal.
