El proyecto de ley de pago soberano, impulsado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que incluye la reapertura del canje de la deuda externa, no contará con el apoyo opositor por tratarse de una iniciativa que lleva a "un escenario peligroso y equivocado". El radicalismo y el PRO fueron los primeros en anticipar su voto en contra mientras que Elisa Carrió todavía evalúa la situación.
El primero en alzar la voz contra la propuesta de la Presidenta fue el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri que ofreció una conferencia de prensa desde el Salón Blanco del palacio comunal a menos de 24 horas del anuncio de la mandataria. "Esta ley desconoce que el Estado argentino fue quien eligió a los tribunales de Estados Unidos, especialmente el de Nueva York", afirmó.
Para explicar por qué el PRO votará en contra de la iniciativa, Macri intentó trazar una comparación entre la situación del país y la Copa Mundo de Brasil 2014: "Es como si nosotros ahora dijéramos que la final del Mundial no vale porque el arquero de Alemania hizo un penal, y entonces los invitamos a jugar otro partido en Argentina y ponemos a Oyarbide como juez".
Más tarde, los legisladores de la Unión Cívica Radical Ernesto Sanz (Senadores) y Oscar Aguad (Diputados) se pronunciaron en el mismo sentido. "La mayoría de los legisladores opinamos que no vamos a acompañar al Gobierno", adelantó el presidente del partido.
El diputado, en tanto, consideró que las fuerzas que integran el Frente Amplio UNEN también "entienden" que esa iniciativa "agravará la situación del país y condicionará al próximo gobierno" aunque evitó dar definiciones sobre cómo votarán sus aliados. Lo que sí aseguró, en cambio, es que que "todo nuestro partido va a votar en contra de esta ley".
Es que, justamente, la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió -referente del FAUNEN- dijo que se tomará su tiempo para decidir cómo votará esta iniciativa. "En UNEN nunca tuvimos como agenda la deuda", explicó la legisladora en diálogo con radio Mitre. Carrió planteó allí que se "abstendrá o votará en contra" y se mostró a favor de "una tercera posición" sin aceptar la disyuntiva "guerra o buitres", que en definitiva iría en contra de la iniciativa kirchnerista.
"Yo creo que Cristina plantea 'entras en la guerra o estás con los buitres' y para mí hay una tercera posición, la diré en el Parlamento. Una posibilidad es abstenerme, el país necesita paz", señaló la diputada, que protagoniza la fisura en la alianza tras su desplante a Pino Solanas.
El que estaba en la duda pero finalmente tomó su decisión fue Sergio Massa. El líder del Frente Renovador indicó que el Gobierno planteó "un camino peligroso y equivocado" para el futuro del país. Luego, lanzó una chicana. Al explicar su rechazo a la reapertura del canje, el precandidato presidencial dijo que el problema "tiene solución" y que si el Poder Ejecutivo no escucha las propuestas de la oposición, su partido lo va a resolver dentro de 476 días -en alusión al recambio de autoridades de 2015-.
Tras 48 horas de análisis de la iniciativa, Massa convocó a dialogar a "distintos actores de distintas fuerzas" para debatir una propuesta enriquecedora en los próximos tres días. "Tenemos que establecer diálogo a partir de un memo de propuesta que vamos a enviar y a partir de esa base, tratar de encontrar acuerdos", adelantó.
