La ex esposa de Alberto Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, renunció este viernes a la querella en la causa por la muerte del fiscal a través de un escrito en el que señaló que aún recibe amenazas y en el que señaló que prefiere "priorizar la paz y espiritualidad del grupo familiar".
"La presente decisión se impone, a esta altura ya impostergable, ante la necesidad de adoptar medidas tendientes a garantizar la protección y salvaguarda del núcleo familiar de quien en vida fuera Natalio Alberto Nisman.
Ello atendiendo al impacto emocional causado por el hecho objeto de la investigación cuyas secuelas persisten al día de hoy", indicó Arroyo Salgado en su escrito.
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La magistrada también se refirió "al apremio de reconstruir en actual coyuntura el proyecto de vida personal familiar y profesional resquebrajado", todo esto de manera tal de "sobreponer la vida salud seguridad y bienestar de la familia postergados en pos del esclarecimiento de aquella muerte, cuyas singulares circunstancias demandaron inconmensurable esfuerzo y sacrificio que fue más allá del curso natural de las cosas".
En la nota aludió además al "escenario de amenazas previas y posteriores al hecho y recurrentes al día de la fecha, a cuyo esclarecimiento no se ha llegado aún, pero que dados sus términos, el impacto político institucional del caso a nivel local e internacional y los posibles actores del juego, han generado un estado de situación que me imponen priorizar la paz y espiritualidad del grupo familiar".
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E.A