En los anuncios de este lunes con las medidas políticas y económicas a tomar ante la situación de “emergencia” del país, el Presidente Mauricio Macri mencionó un episodio de su vida personal, al hablar del secuestro que sufrió 27 años atrás. “Son los peores cinco meses de mi vida después de mi secuestro", dijo esta mañana en el mensaje grabado.
El actual mandatario, entonces Vicepresidente de SOCMA, brindó una entrevista tras ser liberado del cautiverio. En un diálogo con Jorge Fontevecchia para la revista NOTICIAS, publicado el 20 de octubre de 1991, Macri contó, tras su liberación, cómo fue su vida en cautiverio y cómo esa experiencia lo marcó. “Pensé que me iba a volver loco”, confesó en ese momento.
A continuación, los principales fragmentos de la entrevista:
—¿Como a Jorge Born, el secuestro lo hizo a usted más sensible socialmente?
— Yo siempre me tildé de tener mucha sensibilidad social. Pero no cabe ninguna duda de que me sensibilicé aún más. Sobre todo por la reacción de la gente común ante mi secuestro, las manifestaciones de cariño continuadas, todo eso me hizo comprometer doblemente. Es difícil describir lo que uno siente en el primer instante, después que le otorgan la libertad. En ese momento uno quiere agradecerles a todos, a la vida, a Dios. Es tan impresionante volver a juntarte con tus seres queridos, volver a ver el sol, respirar el aire puro, que no tiene ningún resentimiento, ni siquiera con lo que lo secuestraron”.
—¿Qué rol jugó el periodismo?
—A los secuestradores, la primera cosa que les dije fue “comuníquense rápido con mi padre porque estas cosas, en la medida en que no haya intervención pública de la policía ni nada por el estilo, se pueden trabajar de una manera. Si no, esto se puede complicar todo” Y ellos me dicen “No te preocupes porque acá dentro de 15 dias hay elecciones. El gobierno va a tapar este tema porque le puede quitar votos”. Y escuchaba estos comentarios en estado de shock, y les dije “me parece un poco ingenuo de su parte, estamos en democracia, hay una enorme cantidad de medios en manos privadas, nuestra familia tiene un cierto gancho de prensa y además, hay oposición.
Si al oficialismo lo perjudica, a la oposición lo favorece, por lo cual se va a preocupar, con lo cual esto no se va a poder tapar mucho tiempo. Me respondieron: “Flaco, nosotros sabemos de qué estamos hablando”. Estaban muy tranquilos porque en la “chupada” no habían dejado rastros y todo les había salido muy bien.
—Fue el presidente Menem que oficializó la noticia de su desaparición ante las cámaras de televisión en la puerta de la casa de su padre, mientras este hacía todos los esfuerzos para seguir desmintiéndolo.
—Si, yo lo vi por televisión, tenía uno en el sótano que hacía de celda y no lo podía creer.
—¿Y qué pasó con los secuestradores a partir de ese momento?
—Se detienen y cortan las comunicaciones. Dijeron “será por unos días y esto se acaba”.
—¿Usted aconsejaría que en los secuestros extorsivos se mantenga oculta la información?
—Básicamente hay una decisión inicial: si uno está decidido a negociar y pagar. Si no está decidido a pagar, la utilización de todos los medios de presión para que a uno lo suelten son buenos, y tiene que usar a la prensa.
—¿Cómo se comunicaban los secuestradores y con qué persona de su familia?
—Siempre con mi padre y a través de un grabador con mi voz. Yo hablaba con el grabador, leía, por ejemplo, los titulares del día como prueba. Yo grababa las instrucciones que me pedían, por ejemplo, decía: “Papá, dicen que tenés que cumplir, que no vayas a la policía, contestá ahora qué vas a hacer” . Mi papá respondía y ellos escuchaban, pero nunca hablaron una palabra con él.
—Comprendo que parte de lo pactado con los secuestradores sea que usted no pueda confirmar el monto del rescate (8 millones de dólares) ni siquiera que se haya pagado suma alguna. Pero supongo que algunas otras partes del trato podrá develar.
—Si, por ejemplo me pidieron que dijera que había brasileños en el grupo, algo que no era cierto, y la policía mientras declaraba me lo negaba y finalmente lo reconocí. Lo mismo que me habían pedido que dijera sobre el lugar en que me liberaron. Ellos querían que dijera que era en Lomas de Zamora, y en realidad fue detrás del Autódromo, la policía sola me llevó al lugar y tuve que aceptar que inicialmente había mentido. Supongo que con eso pensaban dar pistas falsas, Por un lado bandas brasileñas, por el otro alguna vinculación política por Duhalde ser de Lomas.
—Macri, ¿usted realmente quiere que la policía los atrape?
—Le voy a decir la verdad. Si en la primera conferencia de prensa me ponían a los secuestradores al lado, yo los abrazaba y les daba un beso, les agradecería como me trataron y les decía que estaba todo bien. Pero a medida que uno va tomando conciencia de la angustia que produje en mi familia, comencé a querer que los encuentren, hasta por el comportamiento de la sociedad.
Su liberación. Sobre el momento en el que recuperó la libertad, relató: “Vi las luces de dos autos a 200 metros, caminé con miedo, me costó conseguir un taxi pero por fin apareció uno. Le dije 'Hasta Ocampo y Eduardo Costa'. En el camino comprendí que con los periodistas rodeando la casa de mi padre convenía llamarlos, convenía llamarlos para que me vinieran a buscar y le pedí al taxista que me dejara en Florida y Paraguay, cerca de mi oficina, un lugar que conozco, sé que hay varios teléfonos públicos. Desde allí llamé y me atendió mi hermano, y dije donde estaba para que me vinieran a buscar."
—¿El taxista no lo reconoció?
—El taxista no, pero en Florida y Paraguay me reconoció un diarero porque lo vi acercarse a un policía y hacerle un comentario. Después de hablar por teléfono el policía ya no estaba. supongo que fue a llamar a sus superiores para avisar que me vio libre. Luego llega mi hermano y me meto otra vez en el baúl para poder entrar a casa sin ser visto por los periodistas. Me dije “últimamente mis viajes son todos en baúl pero este del peugeot 605 me parece casi un living”. Después, lo que todo el mundo vio por televisión.
“Ellos pensaban liberarme el martes, 48 horas después de las elecciones, decidí, entonces, aprovechar la relación que había trabado con Mario, (el secuestrador destinado a cuidarlo) y le pedí por favor que pensaran que mi padre iba a perder la esperanza y no sobreviviría hasta el martes. Y que así no tendría sentido salir. Que si yo salía de esto con semejante pérdida el sentimiento iba a ser enorme y yo, como persona, iba a ser irrecuperable. Yo le argumentaba porque Mario todo el tiempo me decía: 'Vos tenés que olvidarte de esto, es una cosa que pasó una vez en la vida. Vos tenés que seguir haciendo lo que hacía antes, tenés que seguir trabajando’. Entonces yo le recordaba ‘No lo voy a poder hacer, Mario, si pierdo a mi padre. Y mi padre hasta el martes no sobrevive”.
“Mario se fue y luego volvió para decirme ‘Hablé con lo muchachos y decidimos que te vayas mañana’: (por el jueves, anterior a las elecciones). Ya me habían dicho otras veces que me iba pero esta vez fue en serio. Yo creo que esta gente, a la luz de haberme soltado antes de las elecciones, no tenían especulación política más allá de las conversaciones de resentimiento hacia la clase dirigente por hechos de corrupción”.
—Imaginemos esta situación: un día usted se encuentra con Mario por la calle, ¿llama a la policía o lo invita a tomar un café?
—Si el está dedicado a otra cosa, puso un bolichito, trabaja y está con su familia, le digo: “Mario, está todo bien. Está todo bien”.
Sus afiliaciones políticas. El ingeniero, que tenía 32 años cuando fue secuestrado, habla sobre la situación política del país -por entonces bajo la presidencia de Carlos Menem-, se define como “menemista a muerte”, y comenta que a ese sentimiento se adhieren “su padre, con SOCMA y el grupo Macri”.
—Al día siguiente de su liberación, su empresa difundió un comunicado que decía "sólo en un país ordenado y que transita por los caminos que conducen a la prosperidad estos episodios desgraciados pueden resolverse con serenidad. El desenlace de este episodio confirma el rumbo que está recorriendo el país". ¿Coincidirá en que se trata de un texto claramente político?
—No sé, yo no lo dije.
—Lo dijo su padre.
—Mi padre por naturaleza es un hombre positivo. Él fue el primero en salir a hablar a favor del Plan Austral. De que había que reconvertir al país y ponerle el hombro... y después se sintió totalmente frustrado. Fue el primero en ir a apoyar al nuevo gabinete de Menem porque toda su vida repite "si le va bien al país, me va bien a mí".
—¿Usted es peronista?
—No, nunca. Toda mi vida voté por la UCeDé, incluso en la última elección.
—Bien, usted no es peronista pero ¿podría decirse que es "menemista"?
—Soy "menemista a muerte".
—¿Este sentimiento es también de SOCMA y el grupo Macri completo?
—Sin duda. Pero quiero aclarar que, con que venga el presidente de turno y nos compre mil autos para el Ejecutivo, no nos salvamos. Nos salvamos si este país arranca y se pasa de vender 130.000 autos como se vendió hace dos años, o 90.000 como el año pasado, a vender 300.000 otra vez. Nosotros no necesitamos amigos, si es amigo mejor, si uno puede ayudarle, aconsejarle, estar cerca.
La entrevista completa a Macri en Noticias:
A.G./F.F.