El designado ministro de Cultura Pablo Avelluto avaló en gran parte las políticas culturas dirigadas desde el kirchnerismo aunque no dudó en criticar la dependencia del Estado liderada por el filósofo de Carta Abierta, Ricardo Forster.
El periodista y editor que el futuro presidente Mauricio Macri eligió para encabezar el Ministerio de Cultura, cuestionó la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, que dirige el intelectual kirchnerista, y afirmó: "No le veo una función relevante a algo que se llama así".
Para Avelluto, dicha secretaría busca "clasificar el pensamiento, dando a entender que hay uno bueno y otro que no lo es tanto".
El futuro funcionario analizó que "el problema principal que tuvo la gestión del kirchnerismo en el área de cultura fue la idea de que había una sola versión de la realidad", y aseguró que "hay muchos otros puntos de vista de los cuales la política cultural debería dar cuenta".
Sin embargo, el ministro apoyó otras figuras de la cultura K. Avelluto aseguró que no tendrá "preferencias políticas" en su gestión, aseguró que algunas políticas del kirchnerismo en el área continuarán y valoró la figura del director de la Biblioteca Nacional, Horacio González.
"Me imagino convocando a artistas, escritores, músicos, pero sin preguntarles por quién votan, porque lo que pasó en estos años fue poner por delante preferencias políticas por encima del talento. Tengo amigos kirchneristas en todos los órdenes, y una persona con quien me podría sentar a hablar tranquilamente es con Horacio González", aseguró.
En declaraciones a radio La Red, el actual coordinador del Sistema de Medios Públicos del gobierno porteño aseguró que continuará con aquello "que se ha hecho bien".
Avelluto desarrolló gran parte de su carrera en el ámbito editorial, donde concibió revistas, libros y textos educativos, pero los pasos más fuertes de su trayectoria los dio entre octubre de 2005 y noviembre 2012 cuando fue Director Editorial de la Región Sur de Random House Mondadori Argentina y luego, al asumir en la gestión pública.