Desde Río Gallegos
En medio de las múltiples denuncias que sacuden a su grupo empresarial y la supuesta crisis económica que atraviesa, Lázaro Báez comienza a cumplir con una promesa que les hizo años atrás a su hijo Martín Báez y a los socios del Club Boca Río Gallegos: la construcción del estadio de fútbol.
La cancha está ubicada a unos 400 metros de la chacra que tiene el propio Báez en la capital de Santa Cruz, la que fue allanada el año pasado por la Justicia por la denuncia de la supuesta bóveda desmantelada. También está a unos 300 metros donde el empresario guarda la flota de vehículos de alta gama color negro.
El estadio de fútbol forma parte de un proyecto integral que incluye la sede social –una de las más imponentes de la Patagonia– que se construyó en la avenida Néstor Kirchner y que fue inaugurada en 2011 por la madrina de la institución, Cristina Fernández de Kirchner. Martín Báez es el presidente del club. De aquel bautismo participaron además importantes personalidades de la política y el deporte, como el hasta entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Humberto Grondona.
Originalmente la cancha se iba a construir en la calle Italia, en otro terreno del zar de la construcción, pero se la trasladó a la avenida Asturias de la capital provincial, pavimentada hace un par de años por Austral Construcciones, la empresa insignia de Báez.
Según pudo saber PERFIL, los campos de juego serán dos, uno principal y otro de entrenamiento; serán de piso sintético, que podría instalar la empresa Forbex. Además, tendrá iluminación artificial y tribunas que por el momento serían de madera.
En el Club estiman que la instalación del césped sintético se va a realizar entre enero y febrero. Hasta el momento se realizó el movimiento de suelo, el cerco perimetral y las columnas a la manera de Lázaro, con maquinaria y personal de su empresa.
El avance con las siguientes etapas dependerá del clima. Algo que también está sujeto a la inversión en el predio es la participación de Boca Río Gallegos en el campeonato Argentino B. Este semestre ya decidió no participar del torneo de transición y podría no jugar el próximo.
La idea original era más ambiciosa, con las tribunas de cemento de Astori Estructuras, otra especialista en la materia. Pero ante la enorme exposición pública y las denuncias en la Justicia, se habrían decidido por una obra menos pretenciosa.
Sin embargo, en el grupo no descartan que más adelante, Lázaro y su hijo logren materializar el proyecto primigenio: tener el estadio más moderno e imponente de la Patagonia. Aunque aseguran que el sueño es aún más grande, ver algún día a su Boca compitiendo en la máxima categoría del fútbol argentino.