“Me das una alegría como aquel grito de Antonio Roma contra River”. Así se lo escucha celebrar a Horacio Rosatti cada buena noticia que recibe por estos días, a la espera de la audiencia en el Senado. Fanático de Boca, el postulante a la Corte Suprema no sólo tiene buenos recuerdos y pasión por el club. Es también un estudioso de su historia. Si obtiene el visto bueno del Senado para acceder al máximo tribunal, deberá postergar la edición de un quinto volumen de su Historia de Boca: una pasión argentina.
En su libro, también hay elogios y críticas para la gestión como presidente del club de Mauricio Macri, el mandatario del gobierno que hoy impulsa su pliego y el del rector de la Universidad de San Andrés, Carlos Rosenkrantz, para cubrir las vacantes en la Corte. Desde su entorno aclararon que no se conocen y que tampoco hay vínculo alguno con su sucesor en el club (y operador judicial del Gobierno), Daniel Angelici.
En un apartado, Rosatti explica que no considera una “crítica válida” los cuestionamientos a Macri por haber usado la dirigencia deportiva como un escalón hacia la política. También hay elogios a la modernización y a los éxitos xeneizes de la era Carlos Bianchi. Pero plantea cuestionamientos a los requisitos patrimoniales que se impusieron, durante la gestión de Macri, a los candidatos a presidir la institución. Para quien no tiene ninguna crítica es para su ídolo Juan Román Riquelme, de quien, apunta el jurista, “mantiene con los hinchas una relación que traspuso los límites habituales”.
Mientras espera la definición del Senado, Rosatti termina en Santa Fe un libro sobre el nuevo Código Civil y logró sumar adhesiones a su candidatura desde frentes inesperados. Como el caso del presidente de San Lorenzo, Matías Lammens. Ante la consulta de PERFIL, el dirigente explicó que aunque no está “de acuerdo con el modo en que fue designado” –en referencia al decreto para su jura en comisión–, pero “le parece un tipo muy capaz y honesto”.
También avaló su candidatura el vicepresidente segundo de Independiente y ex funcionario porteño, Carlos Montaña, quien aclaró que no tiene un trato personal con él pero sí “las mejores referencias de su profesionalismo e idoneidad”. Además contó que su iniciativa fue por “su militancia política en el PRO”.
Pese a contar con muchos menos pergaminos futboleros, el rector de la Universidad de San Andrés, Carlos Rosenkrantz, también tiene historial deportivo. Es hincha de Independiente y practicó de joven natación en el mismo club donde entrenaba el recordman Luis Nicolao. También boxeó en CUBA, por la categoría Walter Junior.
Por estos días mantiene el hábito deportivo con el ciclismo, cuando sus tareas en la universidad -donde asiste todos los días- y el estudio Bouzat, Rosenkrantz & Asociados se lo permiten. Además, por estos días se prepara para afrontar la audiencia pública.
En previsión de ese momento, ya hay interés en el bloque oficialista del Senado en contactar a los candidatos y “ponerse a disposición”.