El juez Claudio Bonadio procesó este viernes a Carolina Pochetti, viuda del ex secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, al exministro de Economía santacruceño Juan Manuel Campillo, al exsecretario privado de Cristina Fernández de Kirchner Isidro Bounine y al contador del exmatrimonio presidencial Víctor Manzanares, a quienes acusa de haber comprado 16 propiedades en Estados Unidos por más de 70 millones de dólares y luego haberlos vendidos para evitar ser descubiertos.
Entre los procesados por estos delitos se encuentran además, los empresarios inmobiliarios Sergio Todisco y Elizabth Municoy; el intermediario Carlos Cortez y al primo de Pochetti, Carlos Gellert. Asimismo, el magistrado dispuso embargos que van desde los 1.000 hasta los 3.000 millones de pesos, según consignó la agencia Télam.
El jueves, Pochett admitió al declarar como arrepentida en la causa de los Cuadernos por los sobornos en la obra pública que tiempo atrás pagó coimas a un juez para que no investigara las maniobras de lavado de dinero que tenían como protagonista a su marido.
El juez Bonadio citó a indagatoria a Cristina Kirchner y a más de 100 empresarios
La viuda del exsecretario de Kirchner detalló que hizo un pago de una suma millonaria al magistrado federal Luis Rodriguez, quien estuvo a cargo de investigar las maniobras de lavado de dinero de su marido hasta que le sacaron la causa y pasó a manos del juez del caso de los cuadernos.
En ese marco aseguró ante el fiscal Carlos Stornelli que dicho pago se habría motorizado a través de su entonces abogado Miguel Ángel Pló, otro de los imputados de la causa.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones porteña tomó la decisión de apartar a Rodríguez de la causa al considerar que el magistrado otorgó la eximición de prisión de Pochetti y otros involucrados en el caso sin valorar los posibles riesgos que eso llevaba para la investigación.
Para tomar esta decisión, los camaristas Martín Irúrzun y Leopoldo Bruglia consideraron que el magistrado concedió las eximiciones de prisiones de todos ellos y otros presuntos testaferros de Muñoz y Pochetti, a pesar de la insistencia del fiscal Stornelli de detenerlos por los riesgos que podían suponer para la investigación.
F.D.S./