La Cancillería argentina pedirá a Gran Bretaña mayores especificaciones sobre el envío de armas nucleares en el conflicto por las Islas Malvinas, luego de oficializar que conocía esta información desde el año 2003. También informó que si el gobierno británico se niega a dar detalles, tomará medidas.
El lunes 3 de enero se conoció que los portaaviones HMS Hermes, el HMS Invincible y el buque auxiliar de la Flota Real, Regent, cargaron 31 armas nucleares en el conflicto bélico contra Argentina por las Islas Malvinas en 1982. Esta información fue revelada en un artículo escrito por el periodista de Seguridad y Defensa, Richard Norton Taylor en el sitio Declassified UK.
A raíz de esto, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto que encabeza Santiago Cafiero explicó que en el año 2003 el gobierno argentino ya estaba al tanto de esta maniobra luego de que el Ministerio de Defensa británico publicara un informe donde se especificaba que hubo navíos equipados con armas nucleares.
Posteriormente envió una nota de protesta al gobierno subrayando la gravedad del hecho y exigiendo precisiones sobre la información, sobre todo para que "asegure que en forma fehaciente no hay armas nucleares en ningún lugar del Atlántico Sur, ni en buques hundidos, el lecho del mar ó bajo ninguna otra forma ni circunstancia".
La respuesta de Reino Unido negó haber roto el Tratado de Tlatelolco y manifestó que el armamento nuclear volvió al país "en buen estado". Sin embargo, no brindó más detalles al respecto.
Con esta nueva revelación de Declassified UK, el gobierno nacional a través de la Cancillería volverá a reiterar su reclamo al Reino Unido y, en su postura contraria al uso de armas nucleares, "prevé plantear esta situación ante los organismos internacionales competentes".
Qué dice el Tratado de Tlatelolco
Apoyado y constituido por los 33 países miembro de América Latina y el Caribe durante la Guerra Fría y frente a la amenaza de intromisiones nucleares, los estados regionales comenzaron a negociar un proceso de negociación que dio inició a este tratado.
De acuerdo a sus puntos generales, "prohíbe el desarrollo, adquisición, ensayo y emplazamiento de armas nucleares en la región de la América Latina y el Caribe" y además se compone "de un preámbulo con sus objetivos, un Sistema de Control para verificar su cumplimiento y dos Protocolos Adicionales destinados a países extraterritoriales, incluyendo a los poseedores de armas nucleares".
Su zona de aplicación alcanza a toda la zona de los más de treinta países miembro, recorriendo una extensión de 20 millones de kilómetros cuadrados, con sus áreas oceánicas incluidas, y una población de más de 600 millones de personas.
El 3 de enero de 1833 Gran Bretaña invadió las Islas Malvinas
Los argumentos de Reino Unido sobre el transporte de armas nucleares a las Islas Malvinas
De acuerdo al artículo de Taylor, el argumento que utilizó el Ministerio de Defensa de la nación insular fue que la capacidad militar de los buques de guerra se reduciría drásticamente "en caso de tensión u hostilidades con la Unión Soviética al mismo tiempo de la Operation Corporate (nombre en clave para referirse a la recuperación de Malvinas)". Además, añade que el Ministerio de Relaciones Exteriores británico pidió el desarme, lo que ocasionó una disputa con la cartera de Defensa.
En 2003, Gran Bretaña reconoció que varias de las naves enviadas por la ex primera ministra Margaret Thatcher, quien falleció en 2013, llevaban armas atómicas. La nueva información trae a la luz la cantidad exacta de armas, que hasta ahora era desconocida.
Las bombas de profundidad nuclear se despliegan desde barcos de la Armada para atacar submarinos sumergidos. En uno de los informes desclasificados, dice que el secretario de Estado, John Nott, deseaba "continuar con la práctica establecida desde hace mucho tiempo de negarse a comentar sobre la presencia o ausencia de armas nucleares del Reino Unido en un lugar determinado y en un momento determinado”.
GI/ff