La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, atravesó un tembladeral a lo largo de la semana. Y es que su cartera, que aglutina áreas claves como Educación, Trabajo y el ex Desarrollo Social atraviesan picos de conflicto en medio del ajuste.
En medio de ello, circularon versiones (que el propio Presidente salió desmentir) sobre las molestias que la ministra tiene con su par, Luis “Toto” Caputo, por la demora en la ejecución de las partidas, tal como había adelantado este diario. También persiste una inquina con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, desde cuando este le pidió la cabeza del entonces subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau. Milei también lo desmintió.
En Gobierno reconocen que Pettovello administra un “megaministerio”. “Detrás de Caputo y Bullrich está ella”, admiten, en relación a la importancia de la cartera. Por ello, esta semana quedó en el ojo de la tormenta. Ayer, las organizaciones sociales comenzaron un plan de lucha y marcharon a la puerta del ministerio. La falta de llegada de alimentos sigue siendo el principal reclamo al que se sumó la Iglesia.
Días atrás las organizaciones motorizaron “La Fila del Hambre”. Miles de personas haciendo fila para ser recibidas por la ministra. A Pettovello irascible y a los gritos en los despachos de su ministerio, amagando con salir a recibirlos. Finalmente no lo hizo.
Hay quienes atribuyen las tensiones de la ministra a la falta de experiencia política. Y es que previo a tomar el mando del megaministerio no había tenido paso previo por la función pública. Otros entienden que más allá del trato “áspero” de Pettovello para con sus colaboradores, es una funcionaria “corajuda”. “Te puedo asegurar que no hubo ni una organización social que haya recibido un peso. Toda la plata va directamente a los beneficiarios”, explicó una fuente oficial. Además recuerdan que ni en el gobierno de Macri, con Stanley, se tomó la decisión de auditar a las organizaciones.
En ese marco hubo rumores de salida para la ministra. Algunos las atribuyen a operaciones de prensa provenientes de las organizaciones sociales, otras al PRO, que desea ocupar casilleros.
En Gobierno le atribuyen a la nueva movilidad el fastidio de los referentes de las organizaciones sociales. Entienden que las “orgas” perdieron su principal arma que era el alta y la baja de beneficiarios. Además dejaron de recibir fondos para desarrollar cursos y capacitaciones. Con todo, el desenganche de los planes del SMVM exhibe el objetivo de licuarlos.
También hubo idas y vueltas con la Casa Rosada por la convocatoria a la paritaria nacional docente. El propio presidente dijo que no habría paritaria docente mientras que fuentes del Gobierno dejaban trascender que habría convocatoria. El llamado a los gremios llegó. Será el próximo martes. Sin embargo, Ctera llamó a un paro nacional para el lunes.
En tanto Trabajo, a cargo de Omar Yasin, tuvo tensiones con los gremios por los paros. Mientras los dirigentes de la CGT amagan con un nuevo paro nacional, La Fraternidad, paró el miércoles. Fuentes oficiales señalan que no quisieron caer en “la trampa” del gremio conducido por Maturano. La conciliación obligatoria es una “bala de plata”. Temen que se reediten medidas en el futuro. Pese al diálogo institucional y las paritarias que se desarrollan con distintos rubros, falta músculo y decisión para frenar los paros. También paró sanidad.
Tampoco hay precisiones sobre la auditoría de los planes sociales. La fecha de vencimiento es el 1° de abril. Son más de 1.200.000 y se estima que 800 mil pasen a Trabajo.
