Con una clara marca posoperatoria en el cuello, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a la actividad oficial en la Casa Rosada con la firma de varios convenios en provincias, anuncios en materia económica y con una descripción personal de cómo se enteró del falso positivo a partir del cual se le diagnosticó cáncer en la tiroides y de cómo vivió "con llantos" y "abrazada a una foto de Néstor Kirchner" el resultado final.
La Presidenta relató: "Ese sábado fue increíble. El Dr. Buonomo y el Dr. Saco entraron a la clínica y me dijeron: 'Tranquilícese, que es muy beneficioso, hay buenos resultados'. Saco me dijo que no habían encontrado células cancerígenas. Fue el único momento en que me puse a llorar y me abracé a una foto Néstor. Yo no lo definiría como alegría", apuntó.
A CFK le molestaron los comentarios periodísticos por el falso diagnóstico. "Opinaron todos, solo faltaba que opinara la Organización Mundial de la Salud. Ahí algunos quedaron muy desnudos. Yo le agradezco a todos los que no se alegraron, que se ve que son más. Esto lo logré por la fuerza de la gente, del amor, que es una fuerza mucho más fuerte que la otra", expresó.
Con cierta ironía, la mandataria explicó que "al final no me puse un pañuelo, porque si me pongo un pañuelo, Clarín dice: 'Esta no se operó'". Y se quejó de la prensa crítica, como en todos sus discursos: "Nunca pensamos que se iban a escribir tantas mentiras. La verdad tarda por ahí en llegar, tarda en conocerse".
La Presidenta relató además cómo se enteró de lo que se creía un tumor en la tiroides. "Cuando me enteré lo que tenía me acordé cuando en 2004 Néstor no sabía bien cómo comunicarlo. Uno debe informar paso a paso lo que tiene. El 22 de diciembre, con el primer resultado, decidí comunicarlo cuando tuvimos la certeza de qué era. Y tampoco parece que está bien para algunos". Es más, Cristina consideró que "parece que alguno se desilusionó con el diagnóstico final. Pero ese mal vuelve".
Gracias a todos y todas. "Quiero agradecer a los ciudadanos que se preocuparon mi salud y rezaron. A esos cientos de jóvenes que hicieron el aguante en el hospital Austral. También le quiero agradecer al Austral por ser una institución modelo en lo profesional y en lo humano", dijo, en el inicio del discurso.
También le dedicó unas palabras "a todos esos argentinos anónimos; a los que me cuidaron, a los que me pusieron la inyección, los que me dieron de comer". Luego celebró: "Estoy muy contenta de estar de nuevo en el ruedo, que es lo que corresponde".
Esperado retorno. A las 19.12 reapareció en público Cristina Fernández, acompañada por su vice, Amado Boudou, y su jefe de Gabinete, Juan Abal Medina. El universo K rompió en aplausos. En primera fila estaban ministros, gobernadores, intendentes y las dos aliadas K de los Derechos Humanos, Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo) y Estela de Carlotto (Abuelas).
Más atrás, se ubicaron legisladores kirchneristas, como los jóvenes de La Cámpora Mariano Recalde (Aerolíneas Argentinas), y los legisladores Andrés "Cuervo" Larroque y Juan Cabandié, así como los titulares de los bloques del FpV en el Senado, Miguel Angel Pichetto, y de Diputados, Agustín Rossi.
El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José De Mendiguren, también acudió para mostrar su respaldo a la Presidenta pese al último cruce que tuvo con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Anuncios. En la primera parte del acto se firmaron convenios para obras cloacales para Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, con una inversión de casi $288 millones; obras hídricas, en el dique Los Molinos y el Canal Río Grande de Jujuy (121 millones de pesos) y obras viales en Chaco (295 millones de pesos). A su vez, se rubricaron convenios por la construcción de diez escuelas en Mendoza, Córdoba, Chaco, Jujuy, Catamarca, Entre Ríos y Formosa ($57 millones).