El ministro de Economía, Martín Guzmán, tuvo un verdadero rally de gestos para el sector privado esta semana. En unos días en los que afrontó nuevas embestidas, rumores y un dólar blue esquizofrénico que comenzó la semana subiendo casi $ 15 en dos días (dicen en las mesas por supuestas maniobras de La Cámpora en cuevas amigas) y concluyó con una de las bajas más pronunciadas de las últimas jornadas.
Guzmán estuvo en tres foros empresariales en 5 días, donde disertó ante los principales CEO, dueños y ejecutivos de las compañías que más facturan y emplean en el país. Recibió ceños fruncidos por la iniciativa de crear un impuesto a la renta inesperada que él respaldó nuevamente. Incluso advertencias de que, de prosperar este nuevo impuesto, habría reclamos de las empresas ante la Corte, como pasó con el aporte patriótico por la pandemia en 2020.
Volvió anoche de Bariloche porque se reuniría con Alberto F en Olivos
Estuvo en IDEA el miércoles en un encuentro en Neuquén, en Río Negro, donde disertó sobre su tema predilecto últimamente, la política energética. Justamente el área que está bajo su órbita pero desde donde provienen las embestidas más profundas a su gestión porque allí el territorio es propiedad de la vicepresidente, Cristina Kirchner.
Este viernes estuvo en el encuentro VIP del Círculo Rojo, en el Llao LLao, que organiza anualmente Eduardo Elzstain. Fue el único funcionario del gobierno de Alberto Fernández que asistió. Allí, el ministro se sintió como pez en el agua. Hubo cuestionamientos al rumbo económico, a la excesiva presión tributaria y los desmedidos controles sobre la economía pero también palmada en el hombro, según confiaron fuentes consultadas allí por PERFIL .
Le reconocen a Guzmán la predisposición al diálogo, aunque luego el timonel de Economía no absorba esas ideas en su gestión. Pero, sobre todo, ese cobijo a Guzmán se ancla en la convicción de que a una salida suya le sucederá una economía mucho más intervencionista y con fronteras mucho más difusas entre la injerencia del Gobierno en el ámbito (y la propiedad) empresarial.
Guzmán volvía a a Buenos Aires anoche mismo porque se reuniría con el Presidente en Olivos hoy, como suelen hacer últimamente los sábados. El Presidente esta semana también le dio, nuevamente, cobijo al señalar en el encuentro de CAME los logros económicos del último año como, según Alberto Fernández, la creación de empleo.
En su disertación en Bariloche, el titular del Palacio de Hacienda quiso diferenciarse de otros referentes políticos que habían asistido el día anterior. Rechazó la idea de bajar impuestos como herramienta para atraer inversiones porque consideró que una medida en ese sentido provocaría “más inestabilidad”.
“Si creemos que vamos a crear un shock de confianza de inversión privada en la Argentina bajando impuestos, qué mal que estamos. Porque lo que eso va a hacer hoy, si se abre ese camino, es generar más inestabilidad y debilitar a la capacidad productiva de la Argentina”, sostuvo.
El empresariado privado afirma que la alta carga tributaria es una mochila para el crecimiento y desde distintos sectores se reclama una disminución de impuestos. Incluso la marcha del sábado pasado que realizó el sector agropecuario sostuvo como bandera esa consigna.
Con su presencia en el hotel Llao Llao donde se llevó a cabo el encuentro, Guzmán validó el factor de poder que representaban los allí reunidos, jugada que además resultó un mensaje a la interna oficialista.
En clave política, rechazó la idea de bajar impuestos para atraer nuevas inversiones
Para despejar dudas, Guzmán se plantó ante el círculo rojo y en el mismo escenario en el que disertaron figuras de la oposición con aspiraciones presidenciales arremetió contra la principal propuesta de los espacios que aspiran a suceder a Alberto Fernández.
En la misma línea y siguiendo con la mira en la oposición, el ministro afirmó que “la inflación es una de las preocupaciones del Gobierno” e inmediatamente aclaró que para combatir la inflación no basta con frenar la emisión monetaria.
“No es que la inflación se baja simplemente contrayendo la política monetaria, simplemente dejando de emitir. ¿Hay que bajar la emisión? Por supuesto. Y eso es lo que estamos haciendo”, dijo el jefe del Palacio de Hacienda en respuesta a las posturas liberales.
En otro orden, el ministro afirmó que “se viene experimentando una fuerte reducción del déficit, al mismo tiempo que la política fiscal ha apuntalado la recuperación de la actividad económica”. Y si bien se ocupó de fustigar los postulados de la oposición, reiteró que el Gobierno trabaja en flexibilizar el cepo cambiario.
Bancar a Guzmán
◆ El ministro de Economía realizó un verdadero rally de reuniones con el sector privado durante esta semana, que fue una caldera.
◆ El miércoles estuvo en un encuentro que realizó IDEA en Neuquén, donde se refirió al potencial de la Argentina en materia energética por Vaca Muerta.
◆ El jueves participó de los 110 años de Río Negro,un foro cuya presencia estaba prevista desde hacía tiempo.
◆ Ayer estuvo en el encuentro del círculo rojo en el LLao Llao por el que además pasaron otros referentes de otros espacios políticos como el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.