El ex jefe del Ejército César Milani está detenido en el penal de La Rioja, en un pabellón junto a otras trece personas. Pero no son presos comunes: se trata de miembros de la policía y las fuerzas armadas que están acusados de cometer diversos delitos.
Milani se despierta todos los días a las 7 de la mañana por obligación, y desayuna con los otros internos a las 8. Esas son las reglas del ex Instituto de Rehabilitación Social, que pertenece al Servicio Penitenciario de la Provincia.
Durante el día puede acceder al patio, debe compartir el baño y la mesa de la comida, pero prácticamente no tiene restricciones para moverse dentro de las instalaciones.
Recibe la visita de su esposa y de uno de sus hijos (que lleva su mismo nombre), y también la de sus abogados, Gustavo Feldman y Mariana Barbitta. Su estrategia, aconsejada por sus abogados, es no dialogar por el momento con la prensa.
Feldman le dijo a PERFIL que el militar está recluido en "pésimas condiciones", porque no le entregan “elementos de higiene personal básicos”. Desde la Justicia federal negaron esas acusaciones y retrucaron: “Es obvio que no tiene las comodidades de su casa, pero está en condiciones normales”.
A la espera de que se resuelva su situación procesal –podría ocurrir a fin de mes–, el teniente general ascendido por Cristina Kirchner comparte habitación con tres personas. Aunque versiones periodísticas aseguraban que había tenido una pelea con otro interno, tanto desde el juzgado como desde la fiscalía e incluso su abogado personal dijeron a este diario que nada de eso ocurrió.
El teniente general lleva una semana detenido, acusado de haber participado en la estructura de represión ilegal durante la dictadura. En concreto, se le atribuye protagonismo en el secuestro de Pedro y Ramón Olivera, y Verónica Ligia Matta, entre 1976 y 1977. A ellos, Milani –que era subteniente en ese momento– los llevó a la misma cárcel en la que hoy está recluido.
Lo acusan, además, de haber practicado tormentos a los detenidos, que estaban privados de su libertad de manera ilegítima.
Las otras causas. Pero su situación se complica por otras causas judiciales. Una de ellas, similar, se tramita en Tucumán. La otra en Buenos Aires. En una lo investigan por la desaparición del soldado Alberto Ledo, que hacía la colimba en 1976. En otra por enriquecimiento ilícito. En esta última, incluso, ya está procesado.
El juez federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena, tomó esta semana dos indagatorias en la misma causa por la que tiene encerrado a Milani. Y hará otra más el viernes 10 de marzo.´
Después de eso se dispondrá a dictar el procesamiento del teniente general, que está privado de su libertad porque el magistrado considera que puede fugarse y que tiene elementos para entorpecer la investigación.