El empresario y presunto testaferro de la familia Kirchner, Lázaro Báez, comenzará a ser juzgado hoy por lavado de dinero. El debate oral y público será frente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal 4, compuesto por los jueces Néstor Costabel, María Gabriela López Iñíguez y Adriana Palliotti, y como cuarto magistrado, Rodrigo Giménez Uriburu. Cómo fiscal estará Abel Córdoba. En el debate, junto a Lázaro, estarán sentados en el banquillo de los acusados otros 24 procesados, entre ellos sus cuatro hijos: Martín, Luciana, Melina y Leandro. También Leonardo Fariña y Federico Elaskar, quienes con su presentación en el programa Periodismo Para Todos ventilaron las maniobras del caso. Otros dos que deberán responder por sus acciones son el abogado Jorge Chueco y el contador Daniel Pérez Gadin, ambos también detenidos por su rol en el caso.
La de hoy será la primera audiencia del debate, que está previsto que se extienda por los próximos ocho meses. Hay 91 testigos citados y en el caso actuarán tres querellas: la de la Oficina Anticorrupción (OA), la de la AFIP, y la de la Unidad de Información Financiera (UIF).
Aunque la idea del Tribunal es que el debate no se extienda más que lo previsto, es posible que por planteos que vayan surgiendo a lo largo del juicio, pueda durar un poco más. En tanto que, de acá a fin de año, está previsto que haya una audiencia por semana, los días miércoles.
En la audiencia de hoy, todos los acusados tienen que estar presentes. Allí escucharán las acusaciones en su contra. Es una de las instancias en las que los involucrados tienen que estar presentes sin excepción. Lo mismo que en las indagatorias, cuando tendrán la posibilidad de declarar. Para entonces el TOF planea la posibilidad de que Lázaro, preso en Ezeiza desde abril de 2016 por orden del juez del caso, Sebastián Casanello, lo haga por video conferencia. Algo similiar a lo que hizo el ex ministro Julio De Vido, en el debate por la Tragedia de Once.
Tras conocerse el veredicto, los acusados, como en todo proceso penal, tienen la posibilidad de apelar las decisiones del TOF ante la Cámara Nacional de Casación Federal, recurso anterior a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Parte de la atención a la hora de conocerse la sentencia estará puesta también en la figura de Fariña. Es porque en abril de 2016, dos días después de la detención de Báez, se convirtió en “arrepentido”. Desde entonces está dentro del Programa de Protección de Testigos e Imputados, del Ministerio de Justicia y tras el debate se evaluará su aporte a la causa y la posible reducción de su pena, en caso de ser condenado.
