“¡A volver, a volver, vamos a volver!”, cantaban los militantes en la presentación de la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Kirchner en Merlo. Pero este estribillo, que nació con la derrota de 2015 y entusiasma a la militancia kirchnerista, tendrá poco que ver con la campaña que comenzará en cuatro semanas. Encabezada por el ex jefe de Gabinete, la estrategia electoral mostrará cambios: desde lo discursivo, pasando por la liturgia, hasta la aparición de nuevas figuras.
“No volvemos, vamos al futuro porque somos mejores para arreglar este desastre”, dice uno de los dirigentes que arma, junto a Alberto, la estrategia. Se buscará quitar del nuevo lenguaje de campaña la palabra “volver”. Aunque el propio candidato presidencial reconoce que es una “consiga que le encanta”, entendió que la referencia al pasado ya no tiene que formar parte de esta campaña. Habrá también una independencia en su discurso, más allá de las palabras de Cristina. Sobre todo, Alberto “intentará borrar la ‘soberbia’ que tienen los dirigentes kirchneristas y ser prudente”, detallan en el equipo de campaña que están terminando de conformar y que busca oficinas.
Esta semana, el postulante recibió a algunos dirigentes en su casa. Su pareja, Fabiola Yáñez, los agasajó con comida casera, pero también estuvo presente en las charlas políticas. El histórico estudio de la avenida Callao y Posadas quedó chico. No usarán tampoco el Instituto Patria, búnker de Cristina con el que, de todos modos, articularán la comunicación en la que estará activo el ex secretario de Medios Enrique Albistur.
"Cuando me dicen que me parezco a Néstor me llenan de orgullo", dijo Alberto F.
“Ser prudentes, no difundir encuestas exitistas para no agrupar a la contra, peronizar la mirada y desperonizar la liturgia”, es parte del borrador que armó Alberto para quienes lo visitan. ¿Dónde buscará votos? Alberto se sumergirá en el noroeste, el noreste y la Patagonia. No descuidará el segundo y tercer cinturón del conurbano bonaerense. Estos territorios representan el 41,4% del padrón. “Ahí tiene que arrasar si quiere ganar”, dice uno de los armadores y detalla: “En el NOA, NEA y Patagonia tiene que conseguir 55% de los votos, y 60% en el Conurbano”.
Hoy alrededor de Alberto están Claudio Ferreño, Eduardo Valdés, Ginés González García, Santiago Cafiero, Juan Manuel Olmos (con quien encabezó un acto en Ferro ayer) y Víctor Santa María. Pero la nueva campaña también traerá renovación de rostros que se sumarán en las próximas semanas, cuando quede oficilizada la boleta. El sábado, Alberto y Cristina hicieron su primer acto juntos, la fecha elegida no fue casual porque el 25 de Mayo, además de ser un día patrio, el kirchnerismo conmemora los 16 años de la asunción presidencial de Néstor Kirchner en 2003, día en que Fernández se convirtió en su jefe de Gabinete.
“Vayan a convencer a todos los argentinos. A los que creyeron y los defraudaron. El tiempo que se viene es el tiempo de todos”, dijo Alberto en un discurso de siete minutos. Antes, y también en tono moderado, la ex presidenta decía: “No esperen que solo dos dirigentes puedan hacer todo porque esto va a exigir que cada uno de nosotros podamos celebrar un contrato social que nos permita entender que no hay triunfos individuales”.
Con alusión a Cambiemos y Néstor, Cristina y Alberto lanzaron su fórmula