POLITICA
Conflictos de intereses

Con los parques eólicos, las empresas de los Macri ganaron al menos 48 millones de dólares

Perfil reveló cómo entraron en el negocio a la par de la llegada de Macri al poder. En el holding de la familia presidencial confirmaron que vendieron los activos un año más tarde por el caso Correo Argentino.

Las inversiones en energías renovables fueron desde el comienzo una de las apuestas fuertes del gobierno de Mauicio Macri. También de su familia.
Las inversiones en energías renovables fueron desde el comienzo una de las apuestas fuertes del gobierno de Mauicio Macri. También de su familia. | Cedoc

Dos empresas del Grupo Macri y sus socios en el negocio de la energía eólica ganaron al menos 48 millones de dólares en la venta de seis parques eólicos, según un nuevo documento obtenido por Perfil. Este medio reveló el domingo que la compañía Sideco Americana -empresa insignia del holding de los Macri- creó junto con un grupo de socios cuatro empresas a nombre de un contador; así, adquirieron seis parques eólicos en la provincia de Chubut y Miramar, provincia de Buenos Aires, que meses más tarde, revendieron, con una ganancia de al menos US$ 15 millones en menos de un año. De acuerdo al reporte anual de la compañía asiática Goldwind, a esa ganancia deben sumarse otros US$ 33 millones, dando un total de US$ 48 millones de diferencia entre lo que pagaron a Isolux y lo que revendieron meses después.

Las inversiones en energías renovables fueron desde el comienzo una de las apuestas fuertes del gobierno de Mauicio Macri. También de su familia, que intentó ingresar al negocio. Los contratos para construir y explotar parques eólicos se ganan a través de licitaciones públicas. El sistema habilita a las ganadoras a vender luego los contratos a otros privados. La española Isolux ganó cuatro durante el kirchnerismo y otros dos durante el gobierno de Cambiemos, luego de haber comenzado la venta de activos al holding de los Macri.

Isolux anunció hace más de un año la venta de los primeros cuatro parques, Loma Blanca I, II, III y IV (Chubut), a dos compañías creadas para la transacción: Sideli SA y Sidsel SA, ambas empresas presididas por Mariano Payaslian, contador de confianza del holding de la familia presidencial. La venta fue anunciada el 19 de octubre de 2016, de acuerdo al comunicado de Isolux, y requería la aprobación del Banco Nación y de la empresa estatal Enarsa, que depende del ministerio de Energía y Minería.

Para fines de enero de 2017, la transacción estaba lista: Sidsel SA se quedó con los parques Loma Blanca I, II y III, en los que la española nunca había realizado inversiones, mientras que Loma Blanca IV pasó a manos de Sideli SA. Todo por US$ 25 millones.

Loma Blanca IV, el único parque que Isolux dejó en funcionamiento -produce energía desde 2013-, fue revendido en mayo de 2017 a Genneia (de Argentum Investment, el banquero Jorge Brito y su hijo Pablo) por unos US$ 40 millones, como reveló Perfil el domingo. Loma Blanca I, II y III fueron vendidos a la china Goldwind, también en mayo de 2017, por otros US$ 33 millones.

Las ganancias para las empresas de la familia presidencial y sus socios alcanzan entonces los US$ 48 millones. Claro, que, de haberse quedado con el negocio, hubieran ganado mucho más. En Sideco Americana no lo ocultan.

El programa Renovar busca fomentar la generación de energía eléctrica a través de parques eólicos y energía solar, entre otras fuentes ecológicas. Un noble objetivo, con una oportunidad sin igual para los bien entendidos: es básicamente un negocio financiero, que otorga una rentabilidad del 10 % anual en dólares, en promedio, durante 20 años. La inversión se recupera rápido, y el resto es ganancia. Un solo parque como Loma Blanca IV, por ejemplo, factura alrededor de US$ 20 millones anuales, menos gastos y pago de las deudas, según altas fuentes del mercado.

El plan de Sideco Americana y sus socios era comprar, invertir y revender años más tarde, confiaron fuentes de la compañía. "No fue una compra-venta oportunista", aseguraron.

Sin embargo, esos planes se vieron frustrados, cuentan en Sideco Americana. En febrero de 2017, el caso Correo Argentino instaló los conflictos de intereses entre las empresas de la familia del presidente Macri y sus negocios con el Estado. En mayo, tres meses más tarde, Sideco Americana y Socma se desprendieron de los parques eólicos. Los dictámenes de la fiscal general ante la Cámara Comercial, Gabriela Boquín, le costaron a la familia del Presidente mucho más que la negociación de la deuda millonaria de Correo con el Estado.

Con la llegada de Macri a la Presidencia, Sideco Americana estaba lista para volver a captar negocios millonarios vinculados al Estado. Dichas transacciones, aseguran en la compañía, les venían siendo vedadas durante la administración kirchnerista. La estructura societaria para la compra de los contratos de Isolux con el Estado comenzó a formarse, precisamente, en diciembre de 2015.

Dos semanas después de la asunción de Macri, el contador Mariano Payaslian fundó Usir Argentina SA, el holding de Sideli y Sidsel y sus socios. Fue el 29 de diciembre de 2015 y la sociedad se constituyó para negocios financieros, con domicilio en su estudio contable, Gizzi & Payaslian, y con el propio Payaslian como socio y presidente.

Tres meses después, el contador fundó Parques Eólicos Miramar SA. Seis meses más tarde, el 5 de septiembre de 2016, creó otras dos empresas: Sideli SA y Sidsel SA. En las cuatro sociedades (Usir Argentina, Parques Eólico Miramar SA, Sideli y Sidsel), Payaslian figura como socio y presidente.

Los otros socios de Sideli, Sidsel, Usir y Parques Eólicos Miramar son "un fondo de inversión europeo ligado a la energía solar", cuyo nombre no se informó, y las compañías financieras Helios Partners Sa y Selena Partners SA, controladas por viejos aliados de Mauricio Macri: los ejecutivos Pablo Emilio Basualdo, Mariano Alberto Bernardo Arrigo y Juan Edgardo Srodek. Los tres son miembros de KBR Group, una financiera que operó para Macri en la emisión de deuda de la Ciudad de Buenos Aires. Srodek, además, fue jefe de la campaña bonaerense del PRO en 2005.

No hay ningún nombre de las empresas de los Macri o de sus socios en los documentos de Usir, Sideli, Sidsel o Parques Eólicos Miramar SA publicados en el Boletín Oficial. Sin embargo, ante la consulta de PERFIL, el contador Payaslian, presidente y socio de las empresas, informó que un 10 % o 12 % de este conglomerado es de Sideco Americana. Las sociedades también están integrada por Socma -Sociedades Macri-, otra empresa del holding, en un porcentaje más pequeño. En el grupo también aseguraron que si bien los accionistas no figuran en las publicaciones del Boletín Oficial, sus nombres fueron informados por las compañías a la Comisión de Defensa de la Competencia y que ese organismos aprobó todas sus transacciones. En la comisión dijeron a Perfil que la identidad de los accionistas de Sideli y Sidsel es información confidencial.

"El contador realizó el trámite administrativo de constituir Sideli y Sidsel. Luego transfirió la totalidad de las acciones de esas empresas a los accionistas finales. Cuando dichas empresas compraron los parques eólicos el contador ya no era accionista", aclararon miembros de las compañías Sideli y Sidsel, ante la consulta de porqué las empresas estaban a nombre de un contador y no de los accionistas de Sideco Americana y sus socios.

Payaslian es un hombre cercano a las empresas de la familia Macri. A lo largo de los últimos años, figuró como síndico de Sideco Americana y de la constructora Iecsa (entonces de Angelo Calcaterra, primo de Macri). Su estudio Gizzi & Payaslian prestó servicios a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre Isolux y Iecsa.

Licitaciones en la era Cambiemos. En 2016, Isolux había comenzado su proceso de desinversión para retirarse de la Argentina, según el mismo comunicado. Isolux-Corsan había ganado por licitación pública durante el kirchnerismo los parques eólicos Loma Blanca I, II, III y IV en Chubut. La compañía española ya estaba inmersa en una crisis financiera y en el centro de casos de corrupción. Sus contratos en los parques eólicos corrían riesgo de caer por supuestos incumplimientos en las inversiones. Antigua socia de Iecsa, comenzó a negociar con las empresas de los Macri para desprenderse de sus activos en la Argentina.

Sin embargo, cinco semanas después, el 25 de noviembre de 2016, Isolux volvió a ganar una licitación para explotar otros dos parques eólicos en el programa Renovar 1.5 del gobierno de Cambiemos. La empresa estaba observada por el ministerio de Juan José Aranguren porque sólo había cumplido con la inversión en uno de los cuatro parques que tenía desde el gobierno de Cristina Kirchner. Aún así, volvió a ganar la licitación por otros dos contratos: Loma Blanca VI y el parque eólico de Miramar, con capacidades para producir 100 MW y 97,5 MW, el doble que los anteriores.

Luego de ganar estas dos licitaciones, Isolux vendió los contratos de Loma Blanca VI y Miramar al grupo de empresas del holding de los Macri y sus socios. Luego, éstos los revendieron a la china Goldwind. No se conoce aún el monto de la operación por esos dos parques.

La convocatoria a la licitación del parque eólico en Miramar se abrió el 26 de octubre de 2016. Isolux ganó la licitación a fines de noviembre y vendió luego el contrato al mismo grupo de empresas a nombre a Payaslian. El holding de los Macri y sus socios crearon la sociedad que se quedaría con el negocio en marzo de 2016, siete meses antes de que se abriera la convocatoria a la licitación y ochos meses antes de que Isolux ganara el contrato con el Estado. Ante la consulta de PERFIL sobre la contradicción en las fechas, Payaslian dijo: “Es la parte preparatoria del contrato, las licitaciones se fueron postergando”.

Para septiembre de 2017, once meses después de que Isolux se empezó a desprender de los parques, las empresas creadas por Sideco Americana y sus socios terminaron revendiendo todo.

Durante la ronda de consultas, fueron algunas de las compañías y sus asesores -la parte privada de esta trama- las que accedieron a brindar información, mientras que los dos organismos del Estado a los que se les requirió explicaciones se negaron a brindarlas o nunca respondieron.