Miles de personas salieron a las calles o se manifestaron desde sus casas en el segundo "ruidazo" del gobierno de Mauricio Macri, para protestar contra los aumentos de tarifas en los servicios de gas y electricidad.
La protesta se desarrolló en medio de la incertidumbre por el destino judicial de las subas de precios de los servicios públicos. La Cámara Federal de La Plata, que semanas atrás aceptó un amparo contra los aumentos al gas, concedió hoy una apelación del gobierno contra ese recurso, pero mantuvo vigente el "congelamiento" de las tarifas.
A partir de las 20, usuarios disconformes con los incrementos demostraron su descontento en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, distritos del conurbano bonaerense, y capitales provinciales como Córdoba, Santa Fe y San Miguel de Tucuman. Miles de personas hicieron sonar bocinas, golpearon cacerolas y otros utensilios metálicos, y entonaron cantitos contra el gobierno nacional.
Agrupaciones sociales y políticas -entre ellas el PO, el PTS, el Nuevo Mas, el MST y La Cámpora- reclamaron contra las medidas económicas de Macri y volvieron a pedir la renuncia del ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, según informó la agencia DyN.