En las últimas 48 horas arribaron al país unos 1.200 argentinos que habían quedado varados en 36 países de Europa, Asia, África y Oceanía, algunos de ellos en lugares remotos. Una operación que demandó semanas de planificación diplomática, aerolíneas operando a modo de colectivo y el traslado de cientos de argentinos hacia los puntos de embarque desde diversos países.
Los varados se encontraban dispersos a lo largo de Tailandia, India, Malasia, Indonesia, Singapur, Japón, Corea del Sur, Kuwait, Catar, Kenia, Arabia Saudita, Australia, Etiopía, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Hungría, Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Lituania, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia y Suiza. Fue necesario concentrarlos en cinco de esos puntos por los cuales aceptaron operar KLM, Qatar Airways, Ethiopian y Latam, las cuatro firmas aéreas involucradas, y que funcionaron como cabeceras o escalas de viajes a modo de “colectivo”. Estas fueron Amsterdam, Nueva Delhi, Bangkok, Doha y Adis Adeba.
Con cada gobierno siguiendo su propio modelo de cuarentena, la operación requirió semanas de gestiones a cargo de medio centenar de diplomáticos, en Buenos Aires y el exterior, a fin de conseguir los permisos necesarios. En algunos casos, eso demandó que muchos de ellos, que se habían alejado de las capitales, donde se encuentren los aeropuertos, o nunca las habían alcanzado siquiera, pudieran trasladarse con salvoconductos o medios de transporte dispuestos de manera particular.
En India, por caso, donde todavía rigen las restricciones, significó viajes en grupo de varios días desde diversos puntos del país hasta Nueva Delhi. Según reportes internos del ministerio, un grupo de 16 argentinos debió viajar unos dos mil kilómetros a los largo de dos días y medio desde Goa; otros 16 se trasladaron desde Chennai, 2.600 kilómetros, por tres días; un tercer grupo de diez lo hizo desde West Bengal, a lo largo de 1.600 kilómetros, en poco más de dos días y a siete se los pudo subir a un tren especial, desde la distante Guwahati, para un trayecto de casi 36 horas.
Aquel vuelo, de Latam, fue el primero en arribar el jueves, previa escala en Bangkok, con 285 compatriotas. El segundo aterrizó proveniente de Tailandia con un alto en Adis Adeba, operado por Ethiopian luego de que el Gobierno y la firma pudieran acordar en los costos del servicio con 260 argentinos que permanecían en Tailandia, Japón, Arabia Saudita y Kenia y pudieron reunirse en la ciudad tailandesa o en la capital de Etiopía.Cerca de allí subsisten unos 70 argentinos repartidos entre Camboya y Myanmar (Birmania), sin poder cruzar la frontera cerrada tailandesa.
En la madrugada de ayer, aterrizó un avión de Qatar Airways con 281 argentinos provenientes de Tokio, Seúl, Kuala Lumpur, Yakarta, Singapur, Bangkok, Manila y Sidney. Y desde Amsterdam volvieron por la tarde 400 que se habían trasladado hasta allí provenientes de Tailandia y 22 países de Europa. Algunos, informó Cancillería, estaban en cruceros sin puertos por la pandemia.
