Juliá es un apellido argentino de origen catalán y el destino de dos miembros de esa familia fue coincidente: Gustavo, ex funcionario del PAMI echado por Néstor Kirchner, y su hermano Ricardo fueron detenidos en el aeropuerto de Barcelona, la capital de Cataluña, con 900 kilos de cocaína.
Viajaban a bordo de un jet privado de uso sanitario de la firma que controlan los mismo Juliá, Medical Jet. Su padre, José Juliá, fue brigadier y jefe de la Fuerza Aérea en los '90, y luego acusado de corrupción y de beneficiar al poderoso empresario postal Alfredo Yabrán.
Según los investigadores de la Guardia Civil española, Gustavo Juliá conducía la aeronave Challenger 604 patente November 600 AM junto a otro piloto, Gastón Miret, también hijo de un brigadier. Ricardo Juliá también fue apresado, pero las autoridades ibéricas no suministraron su nombre por estar la causa bajo secreto de sumario. Hubo una cuarta persona demorada que viajaba en el jet privado, pero fue liberada luego que se determinara que no tenía vinculación alguna con la maniobra.
Perfil.com consultó a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y allí no hay registro alguno sobre Juliá ni Miret como pilotos.
Según las primeras versiones, la Guardia Civil española tenía informes de inteligencia que indicaban que el avión de Medical Jet llegaba a Barcelona con la droga recogida desde la Isla de Cabo Verde (Portugal).
El domingo a las 15 de España (11 de la Argentina) la nave aterrizó e inmediatmente fueron detenidos los Juliá por orden de un juez del Aeropuerto de El Prat. La ruta fue El Palomar, Ezeiza, Cabo Verde y Barcelona. Pero el destino final era Madrid.
Esta noche, el jefe del área de Comunicación de la Guardia Civil de Cataluña, Alberto García, dijo que "a partir de mañana probablemente tendremos instrucciones de la información que se pueda brindar, pero por el momento no podemos confirmar" detalles del caso, según informó la agencia DyN.
Los estupefacientes fueron transportados en una avión fabricado en Estados Unidos con el que Medical Jet no sólo trasladaba a enfermos o heridos para gobiernos provinciales u obras sociales, sino también a políticos. Cuando era senador, el gremialista Luis Barrionuevo era cliente habitual de la firma. Cuestionado por esos lujos, el gastronómico reveló que Néstor Kirchner también había contratado durante la campaña de 2003 a la empresa que llevó los 900 kilos de cocaína.
La aeronave tiene capacidad para siete personas y un espacio para camillas, de modo que a los Juliá les sobraba el espacio para cargar los estupefacientes.
El titular del Movimiento de Argentinos en el Exterior, Luis Pérez Leira, estimó en Radio 10 que los hermanos Juliá y Miret podrían integrar una "organización de narcotraficantes" con base en la Argentina. "Se trató de una operación de alto nivel", opinó. De hecho, en Europa un gramo de cocaína de alta calidad fabricada en Colombia, Perú o Bolivia se vende al público a 100 euros el gramo. Resultado: los Juliá cargaban una droga de 90 millones de euros a precio de venta.
En el nombre del padre. En 2003, Gustavo Juliá fue investigado por el supuesto pago de coimas en el PAMI, donde se desempeñó como gerente Económico Financiero hasta que Néstor Kirchner intervino la obra social y lo echó. Gustavo es accionista de Medical Jet S.A. y de Federal Aviation S.A, dos firmas que el PAMI contrataba.
Según pudo constatar Perfil.com, las dos empresas están radicadas en el mismo domicilio, Hipólito Yrigoyen al 700 de la Capital, y la segunda firma es una despachante de aduana "testimonial": enlos últimos tres años sólo comerció 82.000 pesos.
Brigadier bajo sospecha. Juliá padre ocupó la jefatura de la Fuerza Aérea entre 1989 y 1993, en la primera presidencia de Carlos Menem. Entonces se declaró "amigo" de Erman Goonzález, ministro de Economía en esos años. Sus contactos tuvieron "alto vuelo" y la Justicia lo investigó por enriquecimiento ilícito: José Juliá no supo explicar como adquirió propiedades y coches de lujo.
Tampoco pudo justificar por qué prorrogró durante 20 años un millonario contrato con la empresa Edcadassa, que controlaba el depósito fiscal en Ezeiza y que manejaba Alfredo Yabrán a través de testaferros.
En 1994, Juliá creó Medical Jet y Federal Aviation. Rápidamente suscribió contratos opulentos con la administración de Menem en Aeroparque. El transporte de políticos y famosos hizo que la empresa despegara. Para el cambio de siglo amplió la flota y en 2007 le vendió un avión privado al empresario K Lázaro Báez.