El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, pronosticó ayer que la demanda en La Haya tendrá efectos inmediatos favorables a la Argentina, aunque alentó un “arreglo extrajudicial” con Uruguay y consideró que esa alternativa debería servir para resolver el pleito antes de que “los sectores menos racionales” instalen “una situación muy difícil”. De todos modos, fue tajante: la relocalización de las plantas de Botnia y Ence en otras ciudades orientales “debe ser el piso” de la negociación. Aliviado porque “ahora el protagonismo principal es del Gobierno nacional”, el mandatario recibió a PERFIL en Paraná, donde admitió haber tenido diferencias con “algunos funcionarios de la Cancillería” argentina.
—En Gualeguaychú esperaban definiciones más tajantes del Presidente...
—Dijo lo que tenía que decir. Debía ser cuidadoso, más aún si el día anterior se presentó una demanda en La Haya.
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—Buscaremos un arreglo extrajudicial. No hay que descartar que llegue un momento en el que, obligados por los hechos, los dos países tengan que buscar un arreglo para relocalizar las plantas.
—¿Ese acuerdo se está negociando?
—No me consta.
—¿Tabaré está en condiciones de sentarse a negociar, después del acto del viernes?
—Yo no sé si el presidente de Uruguay tiene un complejo, porque después de tantos años de gobiernos de derecha puede tener miedo de que le digan que es retrógrado, marxista o un débil o que lo patotea la Argentina. El gran error nuestro fue esperar a que culminara el proceso electoral uruguayo por pensar que, si ganaba Tabaré, las cosas iban a cambiar.
