La presidenta Cristina Fernández recibió hoy al primer ahijado presidencial de religión judía, en un hecho inédito ya que esta costumbre, garantizada por ley, estuvo reservada hasta ahora a niños criados bajo fe católica.
El nuevo ahijado se llama Lair, y según la Ley 20.843, el titular del Ejecutivo "garantiza el padrinazgo del Presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo".
Los padres de Lair llevaron a Casa de Gobierno el tradicional "Hanukkah", un candelabro de 8 velas, que Fernández de Kirchner se encargó de encender, símbolo de la Fiesta de las Luces, que se celebra durante ocho días y conmemora la recuperación de la independencia judía, y la derrota de los helenos a manos de los Macabeos.
"Es una familia hermosa, su padre es rabino, siete hijos varones, por supuesto; la madre es encantadora. Me trajeron Hanukkah, pero la verdad que es impresionante", comentó la Presidenta.