Lunes 22, primeras horas de la tarde. El avión privado Learjet 60, matrícula LV-CKK, ya está en la pista del aeropuerto de Río Gallegos. Su piloto y co-piloto tomaron un remís hacia el centro para almorzar antes de despegar hacia el aeropuerto de San Fernando, provincia de Buenos Aires.
Mientras tanto, Lázaro Báez se aseguró de que tres de sus custodios privados queden en consigna en el aeropuerto hasta que lleguen los pasajeros del vuelo en cuestión. De civil, merodeaban las inmediaciones de la pista.
Cerca de las 17, los pilotos ya habían regresado y preparado el avión para el despegue. Minutos antes de las 17.30, los custodios recibieron en la entrada del aeropuerto dos vehículos negros polarizados: una camioneta Hyundai Veracruz 4x4 y otra camioneta Volkswagen Amarok doble cabina. De la segunda, descendió el contador Daniel Pérez Gadín, un nexo clave entre Báez y los Kirchner, y un eslabón central en la historia que une a Lázaro con el financista Federico Elaskar (ver página 7).
En una entrevista con el periodista Jorge Lanata, Elaskar dijo que había sido el dueño de la financiera SGI hasta que Pérez Gadín se presentó en sus oficinas. “Me dijo que me había quedado con dinero que era de un cliente suyo, Lázaro Báez”, afirmó Elaskar, quien luego se desdijo en una entrevista en América TV, un canal de cordial relación con el Gobierno.
“No tengo nada que ver. Me amenazaron de muerte: tenía que firmar la transferencia de las acciones de mis empresas. Vendí obligado y por muy poca plata”, dijo el joven financista, en el programa de Lanata.
Pérez Gadín, de hecho, es contador de Austral Construcciones y Epsur SA, ambas empresas de Lázaro Báez. La primera es la principal constructora de Santa Cruz y beneficiaria central de la obra pública en la provincia de los Kirchner.
La financiera SGI, que habría quedado al mando de Pérez Gadín, es la financiera desde la que se habría creado Teegan Inc., una empresa de Panamá (ver página 10) que, según Elaskar, se radicó luego en Belice, otro paraíso fiscal, a nombre de Martín Báez para desviar fondos millonarios que procederían de la obra pública.
Huidizo. Fiel al estilo de su jefe, Pérez Gadín intentó evitar ser fotografiado subiendo al jet privado. Para preservar su perfil bajo, ocultó su rostro con un abrigo, mientras PERFIL tomaba imágenes de su ascenso al avión. Lo mismo hicieron otros dos hombres que lo acompañaban. Uno de ellos con éxito. Según fuentes cercanas al contador dijeron no reconocer de quiénes se trataba.
En esos días, la defensa de Lázaro Báez decidió retrasar la presentación judicial que anunció en conferencia de prensa el viernes 19 desde el Hotel Patagonia, en Río Gallegos. Hotel del que es contador el mismo Pérez Gadín.
La camioneta Hyundai que condujo a los acompañantes de Pérez Gadín al aeropuerto de Gallegos lleva en la matrícula el nombre de la concesionaria Hyu Kar SA. La compañía fue constituida por Martín Antonio Báez, el mayor de los hijos varones de Lázaro, en 2007.
El avión en cuestión no es uno de los conocidos como parte de la flota habitual de Lázaro Báez. Según la web JetPhotos, donde se registran fotografías de aeronaves de todo el mundo, el avión estuvo el 1º de febrero en el aeropuerto Princess Juliana, de Sint Maarten, en el Caribe.
