Hace unas pocas semanas, mientras Racing jugaba la Promoción para permanecer en Primera frente a Belgrano de Córdoba, el ex intenente platense, doctor Julio César Julio Alak, fue designado nuevo representante del club en la AFA a partir de la próxima temporada. Obviamente, detrás de esa función estaba el aval del ex presidente Néstor Kirchner, quien lo había colocado al frente del grupo de hinchas académicos notables para colaborar con el club de sus amores, en una de sus tantas crisis eternas.
Pues bien: el azar del destino (K), ha hecho que en lugar de lidiar con don Julio Grondona en la AFA en nombre de la Academia, Alak pasará a encabezar una aerolínea en crisis (en eso se parece a Racing), aunque en su currículum no haya tarea alguna que lo haya relacionado nunca con el negocio aeronáutico.
Sin embargo, su condición de integrante del círculo íntimo K, lo ubica para el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como "el mejor hombre" para encargarse de poner en caja la desvencijada Aerolíneas, a punto casi de remate, con los aviones que llegan a un aeropuerto y no saben si van a salir por los embargos. En su curriculim no dice, claro, que Néstor Kirchner confía en él. Y esa confianza es, evidentemente, el único requisito verdaderamente necesario para que alguien pueda ser llamado a cumplir funciones trascendentes en el actual Gobierno. A propósito de la gestión de Alak en La Plata, hay que recordar que fue uno de los pocos lugares en que el oficialismo perdió en la provincia de Buenos Aires.
Y aunque no pueda ponerse en duda que Alak intentará con su mejor ánimo llevar adelante la tarea de dirigir a Aerolíneas, sólo cabe preguntarse si era justamente "el hombre indicado" para el tema. Porque alguna vez habrá que pensar en especialistas en lugar de políticos para los puestos que demandan conocimientos técnicos específicos.