“Vivir para la política o vivir de la política” es un debate que abrió Max Weber a principio del siglo XX y que aún está vigente. Varios dirigentes que ocuparon cargos en los diferentes poderes del Estado no pueden justificar su incremento patrimonial, están acusados de corrupción y hasta detenidos. Después de años en puestos públicos, muchos no buscan nuevos empleos, algunos gozan de jubilaciones de privilegio y otros vuelven a la actividad privada o recién empiezan en ella. De qué viven hoy los políticos sin funciones.
Florencio Randazzo cuenta que el mejor negocio de su vida lo hizo antes de ingresar a la política. En Chivilcoy, junto a un amigo, instalaron el cable local. Años más tarde, se vieron obligados a vender el negocio a Cablevisión por lo que cobraron una suma impensada cuando arrancaron con el proyecto. El ex ministro del Interior, que dejó la función pública en 2015, conserva distintas propiedades en su ciudad natal y es dueño del local comercial donde funciona la heladería más importante de Chivilcoy. Además, en La Plata, tiene un gimnasio y una casa de fiestas.
Lavagna pasa los fines de semana en su chacra de toros y recorre distintas exposiciones
Margarita Stolbizer dejó el Congreso en diciembre de 2017. Tras 16 años como legisladora tramitó la jubilación. Lejos de conseguir una pensión de privilegio, la ex diputada debió sumar algunas clases en la universidad para engrosar sus ingresos.
Muchos de los dirigentes son abogados y volvieron a ejercer su profesión, como los ex funcionarios y enemigos íntimos Aníbal Fernández y Julián Domínguez. El caso de Sergio Massa es distinto al habitual, ya que el líder del Frente Renovador se recibió en plena campaña de 2013. En 2017 puso su primera firma en un amparo cuando acompañó a una mujer a la que desde el gobierno nacional se le dio la baja de la pensión por discapacidad. Al finalizar su mandato como diputado, su apellido es parte de un estudio jurídico junto a otros dos abogados. El nombre del dirigente hace que sus socios consigan clientes importantes.
Ernesto Sanz se recibió de abogado en su juventud. Sus años en la política no lo hicieron dejar de ejercer su profesión. En la actualidad, el ex senador es el titular (por herencia de sus padres) del estudio más antiguo del sur de Mendoza. Su socio, Tíndaro Fernández, estuvo a cargo de la defensa de la familia del rugbier Genaro Fortunato, quien murió atropellado por su novia, Julieta Silva. El ex titular de la UCR y socio de Cambiemos se ocupa ahora de las causas civiles y comerciales. Delega los tribunales para los más jóvenes.
Lejos de conseguir una pensión de privilegio, Stolbizer asegura que debió volver a dar clases
Roberto Lavagna dejó su cargo como ministro de Economía en 2005 y desde entonces no volvió a ejercer cargos públicos. Sus ingresos comenzaron a surgir de la consultoría hasta que lo que comenzó como un hobby pasó a ser un negocio rentable. El ex funcionario en la actualidad tiene una chacra de cría de toros e inseminación y genética. Lavagna pasa los fines de semana allí y recorre distintas exposiciones en las que presenta sus animales.
Ricardo Alfonsín asegura que en la actualidad tiene más actividad política que cuando era diputado. Pero sus ingresos son como asesor de uno de los miembros del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires. El dirigente radical ahora trabaja en el asesoramiento para la construcción y materialización de juzgados en Capital Federal.
Fue secretario de Comercio y agregado económico en la embajada de Roma. En la actualidad, Guillermo Moreno cuenta que tiene dos ingresos: es dueño de la distribuidora América, del rubro ferretero, y tiene una consultora.
Al igual que Moreno, quien también abrió una consultora fue el ex ministro de Economía entre 2011 y 2013, Hernán Lorenzino. Al finalizar la gestión K, creó Sur o Sur, pero el funcionario que en medio de una entrevista dijo “Me quiero ir”, finalmente se fue lejos, ya que ahora vive en Puerto Pirámides, Chubut, desde donde envía los análisis económicos.