POLITICA

De silencio a pedido de justicia: el discurso de Cristina frente al atentado a la embajada de Israel

Trabajó en el caso como senadora, sancionó una ley de resarcimiento pero nunca asistió a los actos como Presidenta. El pacto con Irán. Galería de fotos

La mandataria recibió a víctimas y familiares del atentado a la embajada de Israel.
| DyN

El atentado a la embajada de Israel -ocurrido el 17 de marzo de 1992, durante la presidencia de Carlos Menem- fue una herencia delicada para los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. La jefa de Estado que decidió no asistir al acto por el 23 aniversario en medio de una escalada de tensión entre su administración y la del reelecto primer ministro Benjamín Netanyahu.

El acto organizado por la Embajada de Israel llegó en el momento de mayor disputa entre ambos gobiernos, potenciada por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Sin embargo, la mandataria siempre se las arregló para ganarse la simpatía de los familiares y víctimas de este ataque.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Según relataron sobrevivientes del atentado a Perfil.com, su cercanía con la Presidenta se remonta a sus años como senadora, cuando Cristina se desempeñaba como titular de la Comisión de Asuntos Penales y Constitucionales, y prestaba especial seguimiento al tema.

Tal es así que, una vez en el sillón de Rivadavia, la mandataria promulgó la ley de reparación por el atentado que implicó resarcimientos económicos por un total de 162 millones de pesos para familiares de las víctimas fatales o sobrevivientes que hubieran resultado con heridas de consideración.

En los primeros años de gobierno K, Cristina contaba con el aval de los familiares y mantenía una buena relación con Israel. Sin embargo, nunca asistió a los actos en carácter de Presidenta. “No sé por qué no venía, pero sí para nosotros era importante hacer el acto venga quien venga, todos los 17 de marzo a la hora de la bomba vamos al lugar del hecho para recordar a nuestros familiares”, contó Mónica Hernández a Perfil.com.

“Aunque no estaba en los actos, yo siempre la sentí muy cerca nuestro”, coincidió Jorge Cohen, agregado de Prensa de la Embajada cuando ocurrió el ataque, y uno de los principales oradores en la jornada de hoy.

Fuentes con despacho en la Casa Rosada contaron a Perfil.com que las ausencias de Cristina en los actos se debía a que el tema quedaba opacado por el atentado a la AMIA. “El tema siempre estuvo en la agenda nuestra, pero se trabajaba sobre esto habitualmente para julio, no en marzo”, contaron.

Los vínculos entre el Gobierno y los afectados estaba garantizado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, que tenía expresas órdenes de la Presidenta para atenderlos. “Cristina fue casi la única persona que prestó atención a esto, fijate que con lo cuidadoso que es el presidente de la Corte (Suprema, Ricardo Lorenzetti) dijo que era cosa juzgada, cuando no hay nada”, analizaron.

Todo cambió en 2013, cuando el canciller Héctor Timerman fimó el memorándum de entendimiento con Irán. Israel interpretó que nuestro país pactaba impunidad con “terroristas” que financiaron y ejecutaron ambos atentados.

Esa misma consideración sobre los atentados en Buenos Aires fue la que expresó el premier israelí en el Capitolio estadounidense, país que se apresta a cerrar un acuerdo nuclear con Irán. El kirchnerismo interpretó que el mandatario israelí “está usando” a las víctimas argentinas en su estrategia geopolítica. Más aún, le dieron difusión mundial al caso Nisman con una versión alejada a la que trata de imponer el Gobierno.

En marzo, durante su discurso de apertura de asamblea legislativa, la Presidenta echó por tierra la cordialidad y cuestionó a Israel por no haberse constituido como querellante de la causa que investiga el ataque a la sede diplomática.

Con las relaciones bilaterales devenidas en una caldera, la mandataria rechazó la invitación a asistir al acto que se celebró hoy, argumentando problemas de agenda. Y las conmemoraciones por el atentado se convirtieron en una pesada herencia.

Sin embargo, la Presidenta una vez más se las ingenió para no soltarle la mano a los familiares y a las víctimas pero desplantar a Israel: los recibió el martes en Casa de Gobierno, en una reunión que se extendió durante más de una hora.

"Les conté (a los visitantes) que había recibido una invitación por parte de la Embajadora de Israel en nuestro país para asistir al acto del día 19 de marzo, ya que debieron postergar el homenaje por las elecciones en Israel, en donde también me ofrecía, de considerarlo oportuno, hacer uso de la palabra", señaló la Presidenta en las redes sociales.

"En verdad, para mí, había un solo homenaje: el día 17 marzo y junto a ellos, las víctimas y los familiares", justificó .

Como ella, el canciller Héctor Timerman también estuvo ausente del acto oficial. El ministro de Agricultura israelí, Yail Shamir, enviado de Netanyahu a Buenos Aires, aprovechó la ocasión para dejar en claro su posición respecto al caso. “Irán financió, entrenó y ejecutó mediante el hezbolla estos atentados”, afirmó antes de introducir el tema que más le molesta al oficialismo: “Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad”.