Eduardo Sadous, el ex embajador de la Argentina en Caracas que denunció que se cobraban presuntas coimas a las empresas que querían ingresar al mercado venezolano espera con paciencia nuevas embestidas judiciales en su contra. Aún no llegó a su domicilio la carta documento que le envió el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, donde le pide que se retracte de sus dichos ante la Justicia.
Desde la localidad rionegrina de Villa Regina, el jefe de la cartera de Planificación acusó a Sadous de haber sido “colaborador y anfitrión de los grupos que derrocaron en el año 2002 al presidente Chávez” y agregó que las acusaciones del ex embajador “tienen una pobreza argumental espantosa, sin ninguna prueba”.
Sin romper con sus modos diplomáticos, Sadous esboza una sonrisa. Prefiere “no debatir sobre la investigación judicial” y, antes de escapar de los reporteros gráficos que buscan retratarlo, aclara a PERFIL que De Vido “miente”. “Jamás fui anfitrión de grupos golpistas”, jura el ex embajador antes de aclarar que dejó su cargo con todos los honores.
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