POLITICA
repliegue

Desde el Senado, CFK volvió al silencio y dio la orden de negociar

La vicepresidenta se refugió en el Congreso con sus personas de confianza. No volvió a hablar con el Presidente e insiste con el cambio económico.

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Carta guardada. El jueves, Cristina Kirchner dejó el Senado después de arremeter con una misiva. | Telam

Cristina Kirchner escribió la carta desde su departamento de la calle Juncal, pidió a su secretario publicarla y se preparó para ir al Senado. Cuando el jueves llegaba al Congreso, los dirigentes del oficialismo se pasaban unos a otros el link con la misiva que nunca creyeron leer. No sorprendió tanto el contenido como el hecho de hacerlo público. Después vino el silencio. Nadie del kirchnerismo agregará más mientras la vicepresidenta se refugia en el Senado y da la orden de abrir la negociación.

“Se va a ordenar. Pero la carta es clara y hay que rearmar para cumplir lo que vinimos a hacer. Cristina marca un cambio de rumbo, un mejor funcionamiento. Explica que es necesario traer gente de experiencia como Juan Manzur”, fue la última frase que lanzó un hombre cercano a la vicepresidenta antes de llamarse a silencio.

Alberto Fernández iba a anunciar la salida de Eduardo “Wado” De Pedro cuando le empezaron a llegar decenas de chats con el posteo de Cristina Kirchner. Debió retroceder.

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La vicepresidenta quiere definir el rumbo económico y por eso llamó a Martín Guzmán. Tolerará que el ministro de Economía continúe en el cargo, pero con cambios. Nadie sabía de la carta, pero dos economistas cercanos recibieron consultas sobre datos específicos de los números que después detalló la vicepresidenta en la misiva.

Cristina Kirchner no será quien negocie. Mientras deja claro que no tiene diálogo con el jefe de Estado y que siempre fue ella quien lo contactó, es su hijo Máximo quien siguió estos días con el teléfono activo. El jefe de bloque del Frente de Todos nunca cortó el diálogo con el albertismo.

Distinto es el rol de Eduardo “Wado” De Pedro. El ministro del Interior muchas veces actuó de mediador junto a Máximo, pero esta vez fue el encargado de la avanzada con cartas con renuncias a disposición. Ese papel lo dejó afuera de toda negociación.

“Nadie habla”, fue la directiva que bajó el kirchnerismo sobre el futuro de la alianza electoral. Después de días de turbulencia, Cristina Kirchner se refugió este viernes en el Senado. Desde allí habló con algunos legisladores de su confianza y gobernadores aliados.

La carta no sorprendió a quienes estuvieron en el búnker oficial el día de la derrota y quienes tienen la posibilidad de hablar con la vicepresidenta. Cristina Kirchner estaba decidida a subir al escenario a hablar pero solo el Presidente lo hizo. Fue Sergio Massa quien la convenció de no hacerlo. El enojo con el jefe de Estado que mostró en la carta podría haber sido parte de su discurso. Por unos días, se había logrado contener el estallido que, de todos modos, llegó.

Las frases más fuertes que dejó la misiva

◆ “Tuve 19 reuniones de trabajo en Olivos con el presidente de la Nación (...) nos vemos allí y no en la Casa Rosada a propuesta mía y con la intención de evitar cualquier tipo de especulación y operación mediática de desgaste institucional”.

◆ “Siempre le planteé al Presidente lo que para mí constituía una delicada situación social y que se traducía, entre otras cosas, en atraso salarial, descontrol de precios –especialmente en alimentos y remedios– y falta de trabajo, sin desconocer, obviamente, el impacto de las dos pandemias: la macrista primero y la sanitaria a los 99 días de haber asumido el gobierno. Igualmente siempre remarqué la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno”.

◆ “Ahora, al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?”, comparó con el presente.

◆ “El martes 14 tuvo lugar, otra vez en Olivos, mi última reunión con el presidente de la Nación. Habían transcurrido 48 h sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo y decirle que tenía que hablar con él. Deje pasar 48 h deliberadamente, para ver si llamaba (debo decir que de las 19 reuniones, la mayoría fueron a iniciativa mía). Allí le manifesté que era necesario relanzar su gobierno y le propuse nombres como el del gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete”.

◆ “Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su ministro de Economía para mirar los números del presupuesto”.  

◆ “Sé que gobernar no es fácil, y la Argentina menos todavía. Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro gobierno. Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas… eso nunca va a suceder conmigo”.