La causa Skanska, el primer gran escándalo de corrupción del kirchnerismo, ya tiene tribunal. Luego de ser elevada a juicio oral y público la semana pasada, ayer se sorteó el Tribunal Oral Federal que se encargará del debate que, entre otros, tendrá en el banquillo de los acusados al ex ministro de Planificación Julio De Vido y al ex secretario de Obras Públicas José López.
Será el número 4, que actualmente juzga el caso de la “ruta del dinero K”, que incluye a Lázaro Báez entre sus 25 acusados, y se trata también del que condenó al ex vicepresidente Amado Boudou en la causa de Ciccone Calcográfica.
En ambos casos fue con distintas conformaciones porque, de momento, el Tribunal solo tiene un miembro titular, Néstor Guillermo Costabel. La composición original incluía a Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, quienes, en los últimos dos años, fueron trasladados a la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones. Desde entonces, el Tribunal debió usar distintas conformaciones para poder afrontar los distintos juicios asignados.
Los Tribunales que quedan incompletos es una de las deudas del macrismo, que si bien cubrió una gran cantidad de vacantes durante estos cuatro años, deja muchos sin completar.
La causa fue elevada a juicio la semana pasada. En el expediente están involucrados De Vido y López, junto a Néstor Ulloa, entonces gerente general de Nación, en lo que respecta a funcionarios, en tanto que junto a ellos hay otros 28 acusados de administración fraudulenta y cohecho.
La causa data del año 2005, pero estuvo paralizada entre 2011 y 2016, cuando la Cámara de Casación se expidió sobre la validez de una escucha y la investigación pudo reactivarse. Desde entonces, el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Carlos Stornelli avanzaron con el expediente en el que se investigó el supuesto pago de coimas a través de facturas falsas con el objetivo de que la empresa sueca fuera beneficiada en las contrataciones de la ampliación de los Gasoductos Norte y Sur.