Si bien la Presidenta busca mantener pleno poder hasta el 10 de diciembre. Se acerca el fin de ciclo y los rebeldes toman coraje. Una muestra sucedió en Diputados cuando tres legisladores de la bancada del FpV se levantaron y obligaron a suspender la sesión.
Tras la finalización del cuarto intermedio, la presidenta de bloque oficialista, Juliana Di Tullio, le pidió al presidente de la Cámara, Julián Domínguez, un nuevo parate para alcanzar el quórum. “Este bloque y los que están sentados, seguimos teniendo voluntad de sesionar y le pedimos un cuarto intermedio hasta que logremos el quórum”, expresó.
Los jefes de la bancada oficialistas llevaron a cabo negociaciones febriles para llegar al quórum. Durante el primer cuarto intermedio, lograron 128 presentes y restó conseguir la presencia de un legislador.
Más temprano, la sesión había comenzado con vacíos significativos para el oficialismo: ni Carlos Kunkel ni Omar Perotti ni los sindicalistas Carlos Gdansky y Oscar Romero asomaron por Congreso. Las ausencias hicieron peligrar el quórum que facilitó la oposición con la presencia de los diputados de izquierda Victoria Donda, Alcira Argumedo y de Unidad Popular, de Claudio Lozano.
Los tres diputados riojanos del kirchnerismo Javier Tineo, Griselda Herrera y Teresita Madero se levantaron de sus bancas y dejaron al Frente para la Victoria sin quórum. Ante la inédita situación, debieron llamar a un cuarto intermedio.
El kirchnerismo busca aprobar un paquete de cerca de 100 proyectos. La gran mayoría de diputados opositores, en disconformidad, no ingresó al recinto.