El ministro de Economía (y precandidato del oficialismo), Sergio Massa, eligió cerrar la semana dando señales de gestión económica. Aunque justamente en una economía que cruje. Ayer el dólar blue alcanzó un nuevo récord cerrando a 605 pesos y acumulando 33 pesos en solo cinco jornadas. Reportes financieros en las provincias indican que las casas de cambio llegaron a pedir entre 610 y 615 pesos para vender la divisa estadounidense.
Y el lunes se conocerá el dato oficial de la inflación de julio, que nacerá viejo antes de conocerse porque agosto transcurre con bolsillos en terapia intensiva. Ayer debiera haberse difundido el relevamiento del BCRA que suele conocerse el viernes anterior a la difusión del Indec pero ambos cronogramas se modificaron para “no influir en las urnas el domingo”, como si fuera poco sonoro el aumento de los alimentos semana a semana.
Las subas incensantes del blue (referencia para la reposición de cualquier mercadería) ya generó que las consultoras privadas alertaran sobre una escalada al 8% en los valores de los alimentos básicos.
Es decir, las proyecciones inflacionarias transitan su autonomía respecto de las proyecciones de las encuestas políticas. Con blancos o negros en las PASO, ya se descuenta que el lunes los mercados hablarán por sí solos.
Ayer, Massa presidió una reunión de gabinete económico donde se habrían analizado medidas para anunciar después del domingo. Fue a la hora del té y no faltó nadie.
También ayer, el Gobierno oficializó el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y desde este mes pagarán ese tributo quienes perciban remuneraciones superiores a los $ 700.875.
Además, formalizó la decisión de aumentar en un 35% las escalas de ese impuesto, con retroactividad a enero de este año. Ambas medidas forman parte de dos decretos que se publicaron en el Boletín Oficial y que se conocían con anticipación pero se publicó formalmente 48 horas antes del domingo.
En la misma línea se ubicó el anuncio, el jueves, de la suba en las jubilaciones y pensiones que, por la ley de movilidad, se otorga automáticamente. Sin embargo, ni Massa ni Fernanda Raverta (titular de Anses) perdieron la ocasión de una foto juntos que apuntó, especialmente, a la tribuna interna del oficialismo.
Desde septiembre, las jubilaciones subirán 23,29% y habrá refuerzos de 27 mil pesos para quienes menos cobran. Según el cálculo oficial, entonces “ningún jubilado o pensionado cobrará menos de 114.460 pesos”.
En el equipo económico sacaban cuentas anoche sobre los diferentes escenarios de mañana; eran cálculos más afinados que los que se detallan en torno a la suba de la inflación en agosto, la que vendrá entre las PASO y los comicios de octubre y sobre la letra chica que el FMI sigue discutiendo en Washington para avalar políticamente (o no) el desembolso pendiente de 7.500 millones de dólares.
