La oposición recibió con rechazo y dudas la noticia del acuerdo alcanzado entre el Mercosur y la Unión Europea, que promete ser uno de los temas del debate, por lo menos en el primer tramo de la campaña. Desde el kirchnerismo, las posiciones fueron unánimes en asegurar que la negociación redundará en una amenaza para la industria argentina y que no tendrá beneficios para la economía. En el sector de Roberto Lavagna, por su parte, prefirieron la cautela y solo dejaron trascender que no emitirán opinión hasta no analizar la letra chica del acuerdo firmado ayer en Bruselas, Bélgica.
En redes sociales, en tanto, el anuncio solo permitió seguir incentivando la grieta. Macristas celebrando y destacando lo “histórico” del pacto, y los kirchneristas criticando y acusando directamente al presidente Mauricio Macri.
Alberto Fernández, precandidato a presidente del Frente de Todos, fue uno de los más duros. Vía Twitter, aseguró: “No queda claro cuáles serían los beneficios concretos para nuestro país. Pero sí queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino. Un acuerdo así no genera nada para festejar sino muchos motivos para preocuparnos”. Axel Kicillof, el postulante a la gobernación bonaerense, fue categórico al tildar el acuerdo como una “tragedia”. Y compartió una nota para “entender” las posibles consecuencias de abrir el comercio regional.
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Ni Cristina Kirchner, ni Sergio Massa, al cierre de esta edición, habían expresado opinión respecto del trascendental acuerdo que llevó unos veinte años de idas y vueltas en las negociaciones. Fue Miguel Pichetto, candidato a vice de Macri, uno de los que salieron a hacer de contrapunto. “El gobierno de Cristina Kirchner lo intentó”, aseguró en declaraciones mediáticas.
Uno de los que también habló en el kirchnerismo fue Jorge Taiana, quien fue canciller de Cristina. “La Argentina privilegió un ‘supuesto’ éxito diplomático de cara a las elecciones, negociando un mal acuerdo con la UE que no se consultó con los sectores involucrados y que perjudica el trabajo y la producción nacional. El cortoplacismo constituye un grave error de política exterior”, tuiteó.
Agustín Rossi, por su parte, tildó el acuerdo como una “hipoteca” que “lesiona al sector industrial, al desarrollo y al empleo”.
Pino Solanas, candidato a diputado en alianza con el kirchnerismo, aseguró que se trata de “mayor reprimarización de la economía”.
Euforia y chicanas al kirchnerismo en el oficialismo
Diversas voces del oficialismo expresaron el grado de euforia que se vivía en el oficialismo luego de que se concretara el tan dilatado acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Funcionarios, legisladores y militantes se entusiasmaron por lo que consideran que es una señal más del tan mentado “regreso al mundo” que destaca el macrismo y que promete ser uno de los ejes destacados de la campaña electoral. El tuit de Mauricio Macri, difundiendo un audio que le había mandado el canciller Jorge Faurie emocionado, tenía anoche más de 10 mil retuits.
Miguel Pichetto fue uno de los que salieron rápidamente a contrastar con el kirchnerismo y calificó el acuerdo como un hecho “enormemente positivo para todos los argentinos”.
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Tanto María Eugenia Vidal como Horacio Rodríguez Larreta decidieron calificar el acuerdo como “histórico” y destacaron que será beneficioso para las exportaciones de empresas bonaerenses y porteñas. “Es un ejemplo más del rol protagónico que está teniendo nuestro país en el mundo”, tuiteó el jefe de Gobierno.
Desde el radicalismo, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, felicitó a Macri y reivindicó “su liderazgo, desde el inicio de su gestión, con las relaciones encaminadas con los países más importantes del mundo”. Y Mario Negri, presidente del interbloque de diputados, habló de un “paso trascendente en la integración al mundo”.
Lo que no faltó tampoco fueron las chicanas al kirchnerismo por sus críticas al acuerdo. Waldo Wolff, por ejemplo, tildó de “patológico” el “resentimiento de aquellos que armaron un decorado de cotillón para simular la venta de medias y cosechadoras a Angola y Venezuela al ver que nuestra región abre el mercado europeo”.