El Gobierno no quiere diez años más de Fondo Monetario Internacional ni que el organismo le dicte una agenda de reformas o resultados fiscales. Por eso, la intención es estirar los plazos de pago en lugar de renegociar un plan de “facilidades extendidas”, que es el programa que suele ofrecer el FMI a los países que buscan recuperarse tras el salvataje inicial.
Del otro lado, hay consenso en que se mantendrá a raya el gasto público y se evitará aumentar el déficit fiscal. Pero también para el Gobierno la carta de la corresponsabilidad del FMI en la situación actual de la Argentina es vital.
Mientras Nicolás Dujovne, el ex ministro de Hacienda y uno de los firmantes del mayor préstamo de la historia del Fondo Monetario, por US$ 57 mil millones, esquiaba en los Alpes franceses, comenzaron las nuevas conversaciones formales con el FMI. La semana pasada desembarcó Sergio Chodos como representante del país ante el organismo en Washington, quien se reunió con el venezolano Luis Cubeddu y se presentó ante Kristalina Georgieva en una reunión de directorio.
Hay acuerdo con el Fondo en mantener el resultado fiscal en equilibrio
Los objetivos que se manejan en el Palacio de Hacienda apuntan a mostrar las coincidencias con el FMI pero también evitar que el organismo dicte metas y objetivos de política. Entre 2022 y 2023, Argentina deberá devolverle al FMI más de 46 mil millones de dólares entre capital e intereses, según el cronograma actual. Pero el Fondo interrumpió los desembolsos de acuerdo con el cronograma pautado.
“Están de acuerdo en la línea de mantener el gasto de forma estable. En ese aspecto están en sintonía fina”, aseguraron sobre las negociaciones en el entorno de los funcionarios de Economía. Lo que no se quiere es emplazar cuestiones como la reforma jubilatoria. Si bien la desindexación de los haberes con sumas fijas fue un primer paso y los funcionarios del gobierno de Alberto Fernández reconocen que la reforma es un tema pendiente, podría no darse en los mismos términos en que los plantea el Fondo.
“Empieza a haber conversaciones y avances”, indican. En ese marco, el FMI podría haber autorizado a ofrecer una quita a los bonistas. Esta semana, Joseph Stiglitz, el Premio Nobel de Economía que es mentor del ministro Guzmán, dio indicios de que la negociación con los bonistas podría incluir una quita. Mencionó que los acreedores de deuda pública argentina enfrentarán recortes en sus tenencias y generó una reacción adversa por parte del mercado, en una semana donde también los vaivenes de la provincia de Buenos Aires empujaron a una caída a los bonos y la suba del riesgo país, que cerró por arriba de los 2 mil puntos.
“Se busca cambiar los plazos. Argentina no va a trabajar sobre el acuerdo de facilidades extendidas”, aseguraron las fuentes a PERFIL. No se ve como un acuerdo fácil dentro del Palacio de Hacienda.
Según ex funcionarios de Finanzas, se puede optar por un mix, que no incluya las condiciones ni las reformas que se asocian a un acuerdo de este tipo.
Por otra parte, los especialistas marcan que “cuando se firma el acuerdo de facilidades, se ponen plazos y topes para avanzar con las reformas. Y en ese caso, si no se cumplen y se cae el acuerdo, el riesgo puede ser mayor”.
Esta semana, Georgieva se instaló en Davos, Suiza, donde presentó los pronósticos del FMI para el crecimiento global. Vaticinó una suba del 3,4% para este año, por arriba del 2,9% previsto para 2019. Sin embargo, hay varios factores de incertidumbre como el Brexit, el conflicto entre Estados Unidos e Irán y el impeachment a Donald Trump. Allí se reencontró además con la ex titular del FMI, Christine Lagarde.
Definiciones. En cuanto al frente privado, los analistas de mercado indican que, “si bien reconocen que se podría mantener el equilibrio fiscal con más impuestos, en Wall Street miran con esceptisismo la falta de trabajo en materia del gasto público. Ellos dicen primero hay que presentar un plan integral, tanto por el lado de los ingresos como del gasto, pautas fiscales, monetarias y de actividad económica, y recién a partir de allí renegociar la deuda”, puntualizó un operador local que tiene contacto con la principal plaza financiera en los Estados Unidos.
La Provincia, al límite
A su regreso de Israel, donde acompañó al presidente Alberto Fernández para garantizar el apoyo de ese país y de Estados Unidos en la negociación de la deuda, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, destacó las declaraciones de su ministro de Obras Públicas, Agustín Simone: “Hoy estamos rearmando los objetivos teniendo en cuenta la escasez de recursos y las necesidades más urgentes”. La falta de recursos es lo que utilizó el gobernador para justificar la decisión de llevar el vencimiento del BP21, que debía pagarse hoy, al 1º de mayo. Ahora espera hasta fin de mes que los bonistas acepten.