José Luis Fiezzi, el empresario que alquiló las carpas al kirchnerismo frente al Congreso, está desanimado y cree que será difícil poder cobrar los “60 mil pesos” que le quedaron debiendo las distintas agrupaciones.
“No quiero hablar más de esto. Me siento un salame reclamando esto. Ya está. ¿Sabés lo que es ir a cobrarle a un piquetero perdedor?”, manifestó indignado a Perfil.com el empresario oriundo de La Carlota, ciudad ubicada en el sur de la provincia de Córdoba.
Según explicó Fiezzi, una de las agrupaciones K que le quedó debiendo es nada más ni nada menos que La Cámpora, comandada por Máximo Kirchner, el hijo del matrimonio presidencial. Las restantes son el Movimiento de Trabajadores Desocupados Independientes (MTDI), el Movimiento Evita, Federación Tierra y Vivienda (FTV) y la Juventud Peronista.
“ Una parte del dinero para pagar las carpas vino del Gobierno, la otra de las mismas agrupaciones. El primero en llamarme fue Marcelo Mallo, de Compromiso K. Fue gracioso, ni bien armé una, el resto empezó a pedir otras para ellos. En un momento llegué a tener diez carpas en total”, contó a Perfil.com el empresario.
Fiezzi igual sigue creyendo que todo salió de la mejor manera. Ya lo había afirmado en su momento cuando decía que “el gran negocio para mi era estar acá, por la promoción”. Y en ese sentido volvió a mostrarse contento: “Lo que más me importaba era la parte interna, que era lo más costoso. ¿Sabés la cantidad de trabajo que tuve después de las notas que me hicieron?”.
“Estoy feliz por el resultado, salvé los costos con creces después de tanto trabajo en el Congreso. Además, sobrevivimos a todo en ese lugar y nunca pasó nada”, dijo a Perfil.com.