Una de las claves de la elección será ver cómo siguen las vidas políticas de Gabriela Michetti y de Horacio Rodríguez Larreta.
Según pudo averiguar Perfil.com tras la derrota la senadora se tomará unos días para pensar. Para ello baraja la alternativa de irse de vacaciones junto a su novio, Juan Tonelli, o bien “guardarse” sin hacer declaraciones hasta repensar el panorama político tras quedar fuera de competencia.
“Gabriela está muy tranquila, va a pensar, ahora tiene todo el tiempo del mundo”, contó uno de sus colaboradores. Y acotó que “se tomará unos días, aunque no sabe cuándo ni dónde. Ella está en paz, descartó el camino fácil (aceptar ser candidata a vicepresidenta) por el correcto”, agregó la misma fuente.
En principio se quedará como senadora, donde tiene mandato cuatro años más. Durante la tarde hubo rumores sobre ofrecimientos de parte de Mauricio Macri: desde que repiense ser candidata a vice hasta ministra de un eventual Gobierno nacional. “Fue todo un disparate. Esta elección terminó siendo contra Mauricio, y ellos pusieron todos sus recursos”, completó la fuente.
Como sea, Michetti terminó agotada su campaña. Además del esfuerzo físico que implicó, su relación con Macri terminó dañada y hay quienes aventuran que será difícil que vuelvan a recomponer el vínculo fácilmente.
“No salgo dolida, fue todo bueno”, dijo en la conferencia de prensa. Sus asesores no coinciden y apuntan que deberá reencontrarse con un nuevo rol dentro del PRO. Macri la imagina en el Senado pero más alejada que nunca de la “mesa chica” de decisiones.
A pesar de ello ni bien llegó al búnker fue a saludarla y se quedó charlando un rato antes de que ella salga a aceptar la derrota.
Durante el día almorzó con su familia y su equipo de tres ministros porteños (Daniel Chain, Desarrollo Urbano; Guillermo Montenegro, Seguridad, y Hernán Lombardi, Cultura) en su casa de Balvanera. Luego empezaron a llegarle las malas noticias: Larreta estaba arriba. Su hermana, Silvina Michetti fue una de las que más enojada se puso.
Larreta al poder. Por su lado, cerca del jefe gabinete eran todos sonrisas. Entre abrazos, su hermano, y uno de los animadores de la campaña, Augusto Rodríguez Larreta, le agradecía al jefe de campaña, Fernando de Andreis, quien se ufanaba de haber ganado varias comidas con el resultado holgado que terminó logrando Larreta sobre Michetti.
El jefe de gabinete porteño había tenido un día muy tranquilo. Llegó al búnker en Costa Salguero junto a su mujer, Bárbara Diez, y a sus hijas, Manuela (quien se paseaba con su novio) y Paloma, de 13. Los flashes de las cámaras las tomaban sonrientes pero aún inexpertas en la materia.
Larreta llegó pasadas las 20 y se abrazó con los ministros. Allí lo esperaban los que más lo ayudaron para alzarse con la victoria: Marcos Peña, el secretario general, Edgardo Cenzón (Espacio Público) y Guillermo Dietrich (Transporte). También se emocionó cuando la vicejefa María Eugenia Vidal le susurró que se merecía el triunfo.
Ahora el jefe de gabinete porteño tendrá el desafío de revalidar su condición de candidato. Tendrá, en su camino hacia las elecciones del 5 julio, un acompañamiento fuerte de Macri y tendrá que enfrentarse cara a cara a Martín Lousteau y a Mariano Recalde.
Por lo pronto su agenda se completará con Diego Santilli, su candidato a vice (quien fue al búnker con sus tres hijos) y reforzará su perfil de “gestor”. También, volverá a apelar a varios de los famosos que ya le dieron su apoyo. Entre ellos, Marcelo Tinelli, Florencia de la V y Oscar González Oro.
En el macrismo se entusiasman con sumar la totalidad de los votos que sacó Michetti y que Larreta se acerque al 50%. Una epopeya PRO difícil de conseguir pero que podría volver a sumarle mucho a la campaña presidencial de Mauricio Macri.